En declaraciones a Europa Press, la delegada provincial de Igualdad y Bienestar Social, Carmen Álvarez, afirmó que se trata de una más de las herramientas con las que cuenta el Gobierno autonómico para detectar de forma más rápida situaciones de alto riesgo, facilitando en cada caso la intervención más adecuada.

En este sentido, explicó que cuando el teléfono, dependiente de la Dirección General de Infancia y Familia, recibe una llamada se derivan a la delegación provincial correspondiente, que inicia un estudio que permita aplicar el recurso más adecuado a cada situación, desde la ausencia medidas, si se comprueba que el riesgo no era tal, hasta la retirada de la tutela en casos más graves.

De existir situaciones anómalas, los menores pueden ser derivados al Servicio de Prevención y Apoyo a la Familia, si se estima que con su trabajo se puede eliminar el riesgo. En cambio, si se detecta que efectivamente se da, los casos se derivan al Servicio de Protección de Menores.

Con respecto a Jaén, Álvarez precisó que el teléfono de atención a la infancia recibió el años pasado 97 llamadas sobre posibles riesgos o maltrato, mientras que los menores afectados fueron 132 en total. De ellos, 89 pasaron al servicio de prevención, mientras que 43 lo hicieron al de protección.

"Al final, se declaró el desamparo de cuatro menores. Cuatro de 132 es una cifra que pone de manifiesto la utilidad de este tipo de instrumentos para intervenir antes de que se pueda llegar a este extremo", destacó la delegada.