Alarte se pronunció en estos términos en declaraciones a los medios de comunicación en un acto celebrado hoy en El Cabanyal en el que se repartieron folletos de la campaña 'Derribar tu casa. Prolongar el abuso', al ser preguntado por si a su partido le habían notificado sanciones del Ayuntamiento por la pegada de carteles contra la prolongación de Blasco Ibáñez.

A la concentración también acudieron la portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Carmen Alborch y el secretario general de Gran Ciudad Salvador Broseta, así como los portavoces de la plataforma 'Salvem el Cabanyal' Maribel Doménech y Tino Villora.

En este sentido, el secretario socialista afirmó que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, "tienen que dejar de pensar que cualquier ciudadano que discrepa con ellos es alguien peligroso, que es alguien indecente. Tienen que dejar de pensar que un ciudadano que no comulga con sus ideas es alguien a quien hay que perseguir".

Al ser interpelado por un informe de 200 arquitectos que se posicionan en contra del plan de El Cabanyal, alejándose de la posición oficial del Colegio de Arquitectos de Valencia, Alarte comentó que "siempre hay que felicitar cualquier expresión democrática, sea a favor o no". El PSPV, recalcó que "respeta y quiere escuchar a todo el mundo".

Con todo, subrayó que en la campaña por la rehabilitación de El Cabanyal "van a trabajar todos los socialistas valencianos". Ésta, dijo, "va a ser una campaña para explicarle a la gente que es posible otro Gobierno de la ciudad y también otra Generalitat".

A su juicio, "hay otras formas distintas de hacer política. Otro talante, otras formas de construir ciudad. La del PSPV es la de conservar y rehabilitar casas y espacios públicos, de respetar los derechos de los vecinos", afirmó el líder socialista, quien reiteró que "hay otra ciudad para vivir, otra forma de gobernar".

Según Alarte, El Cabanyal "es la culminación del fracaso del modelo de gobernar de Camps y Barberá, del modelo de modelo de destruirlo todo, que ha traído un paro del 22 por ciento el más alto de la historia de la Generalitat, el caos en Catarroja y Manises, la vergüenza de Polop y la corrupción en toda la Comunitat".

Por su parte, Carmen Alborch defendió que los vecinos "luchan legítimamente por conservar sus viviendas donde han configurado sus propias vidas". En este sentido, recordó que el PSPV "quiere que el Cabanyal se revitalice y tiene proyectos, desde la seguridad a la rehabilitación".

No obstante, recalcó que estos proyectos "deben ser fruto del diálogo y de la colaboración entre las administraciones". En este sentido, Alborch se dirigió al PP y le instó a "a que no tenga tantas paranoias y se siente a dialogar. Porque realmente los barrios y las ciudades se revitalizan por el diálogo, por una gran conversación donde se defiendan unos intereses legítimos que son perfectamente conciliables".