La sentencia señala que el acusado, miembro de la organización del acto, pretendía en ese evento "promover el consumo, pero el consumo legal, no el ilegal" de marihuana y añade que los hechos juzgados no pueden ser considerados delito, "con independencia de que se compartan o no esos objetivos, cuya consecución por vías legales es perfectamente legítima". El fiscal pedía dos años de cárcel por un delito contra la salud pública.

El acto organizado por la Representación Cannabica de Navarra tuvo lugar en Pamplona el 14 de abril de 2007. Los organizadores colocaron al frente del escenario diversas plantas de marihuana, "con finalidad decorativa y como expresión de su apuesta política", según consta en la sentencia.

Al finalizar el acto, el acusado recogió las plantas de marihuana y comenzó a trasladarlas al exterior "con la intención de tirarlas, momento en el cual cuatro de los participantes en el acto solicitaron al acusado que cortara algunas ramas para dárselas, cosa a la que accedió el acusado, entregando a cada uno de los solicitantes una rama de pequeñas dimensiones". En ese momento, fue detenido por agentes de la Policía Municipal que se encontraban en el lugar realizando labores de vigilancia.

El juez señala que "no hace falta mucha argumentación para concluir que dicho comportamiento carece de relevancia penal, porque no puso en ningún momento en riesgo el bien jurídico protegido por el delito".

La sentencia recuerda que el acusado repartió "algunas pequeñas ramas de cannabis a cuatro personas que habían participado en el acto, lo que permite afirmar su condición de consumidores o cuando menos, partidarios de su legalización, y que así se lo solicitaron, al ver que iba a tirar las plantas a la basura; plantas que a lo sumo podrían ser utilizadas, y ello ni siquiera queda probado, para, a su vez, replantarlas y obtener, como hipótesis no segura, una pequeña cantidad de cannabis".

El juez añade que él mismo no se caracteriza por su "tolerancia hacia el delito contra la salud pública" y recuerda que ya ha dictado varias sentencias condenatorias contra cultivadores de marihuana, aunque también ha dictado otras absolutorias, "incluso después de que algunas de las condenatorias le fueran revocadas por una de las secciones de la Audiencia Provincial de Navarra, cuyo criterio no comparte, notoriamente, quien esto suscribe".

Así, explica que no puede "condenar a una persona cuyo comportamiento ni encaja en el tenor del tipo penal, ni pone en peligro el bien jurídico protegido por el delito".