Según explicó Rubio en un comunicado, el presidente de la corporación ha firmado un decreto por el que "aplica el concepto de compensación de deuda", de manera que la Diputación "ha compensado el dinero que debía al Consell por el traspaso del personal de Salud Mental a la Generalitat y así se ha cobrado 7,9 millones de euros, parte de los 23 millones que tiene de deuda histórica el Gobierno de Camps con la corporación provincial".

Rubio se preguntó en un comunicado "cómo van a tener confianza económica los empresarios y los proveedores con el Consell si ni las administraciones gobernadas por el PP esperan cobrar la deuda".

El responsable socialista mostró su satisfacción porque las "continuas reclamaciones y exigencias" del PSPV a Rus "se han visto materializadas" en este decreto de Presidencia y subrayó que ha pedido en "reiteradas ocasiones" a Rus que reclamara al Consell presidido por Francisco Camps "los más de 23 millones de euros que adeuda a la institución provincial".

Por ello, considera que esta firma es "un paso, aunque pequeño, para que la Diputación recupere el dinero que le corresponde y pueda ayudar más y mejor a los ayuntamientos a los que representa", aunque destacó que la "credibilidad de Camps en temas económicos está por los suelos", ya que "ni Rus se fía ya de él".

Para el responsable socialista la institución "lleva demasiados años siendo el banquero de la Generalitat pero esto se ha de acabar". "Es el momento que cada uno asuma sus responsabilidades y haga frente a sus deudas y a su mala gestión", dijo, y sostuvo que Camps "se ha hundido él solo, ha sumido al Consell en la bancarrota, ha arruinado a todos los valencianos y deberá pagar por ello".

Ante esto, espera que la Diputación "no siga siendo el salvavidas de los despilfarradores y empiece a asumir sus competencias y responsabilidades con los ayuntamientos de la provincia que necesitan, ahora más que nunca, la ayuda de esta institución".

Control "riguroso"

En este sentido, el PSPV destacó que "últimamente, Rus le hace más caso a nuestro grupo que a su propio gobierno" porque "desautorizó a su diputado Isidro Prieto que pretendía desviar 300.000 euros a una fundación fantasma y ahora toca frenarle los pies a Camps". Sin embargo, Rubio advirtió al presidente de la Diputación de que el grupo socialista "ejercerá, como hasta ahora, un control riguroso y exhaustivo del gasto del dinero público" y "vigilará el destino de cada céntimo de estos 7,9 millones de euros para que se gasten en lo que realmente es necesario y no en fiestas y saraos como nos tiene acostumbrados".