Monago señaló que, con "absoluto respeto" a la decisión que tomen los consejos de administración de cada una de las cajas regionales, en el momento actual cabe preguntarse "si lo más conveniente" es que ambas entidades se fusionen por separado con otros grupos financieros, ya que hay que analizar si se puede asumir a "cerca de 300 empleados prejubilados, con un coste de más de 100 millones de euros, y el cierre de 87 sucursales que se solapan".

El líder del PP en Extremadura dijo que "no hay que tener miedo" a que las cajas extremeñas vayan "separadas, porque siempre lo han estado", y que la fusión con grupos financieros de fuera de Extremadura podría servir para "diversificar" el riesgo futuro de una fusión y para garantizar la "estabilidad laboral" de las entidades de la región "conservando sus marcas".

José Antonio Monago recordó que el dictamen de la Asamblea de Extremadura en apoyo a la fusión de las cajas extremeñas entre sí se hizo en un "marco de no crisis" y que ahora hay que tener en cuenta, para analizar este proceso, la situación económica actual y las recomendaciones del Banco de España sobre la creación de grupos financieros fuertes con un capital en activos a partir de los 50.000 millones de euros.

Reiteró que el posible coste que la fusión de las cajas extremeñas, entre ellas mismas, puede llevar consigo es un "lujo que puede ser innecesario", de ahí que pidiera que no hubiera miedo a plantear otras soluciones que, respetando la decisión final de Caja de Extremadura y Caja de Badajoz, sea beneficiosa para el conjunto de la sociedad.

Así, Monago planteó que "puede ser razonable en el futuro" la fusión con grupos de otras zonas de España ya que en Extremadura "se parte de una tradición histórica" donde las cajas "han trabajado en competencia, con lo cual las inercias son a seguir trabajando en competencia", un hecho que conforma una "sensibilidad en la calle para conservar al máximo la identidad de las propias cajas".

Concluyó que el proceso de integración de las dos cajas de la región "en este momento", en periodo de crisis, tiene que tener en cuenta nuevas circunstancias que "no se atisbaban" en la Asamblea de Extremadura cuando se dijo sí a su fusión y los "análisis no son válidos ahora y hay que cambiarlos si hace falta cambiarlos".

Indicó que un "elemento clave a la hora de la toma de decisión" son las oficinas que se solapan y el "alto coste" de las prejubilaciones y si los consejos de administración deciden fusionarse por separado "no hay que tener miedo", pues, argumentó, "en el mapa que se está conformando no deja de ser pequeña dimensión" y así se "podría diversificar el riesgo de las propias cajas extremeñas yendo cada una con un grupo".