El 'Lío embarazoso' de Seth Rogen y Katherine Heigl: ¿debería ella pedir disculpas?

El cruce de invectivas que le costó su carrera a la actriz de 'Anatomía de Grey' sigue generando titulares nueve años después. ¿Una muestra más de sexismo en Hollywood?
El 'Lío embarazoso' de Seth Rogen y Katherine Heigl: ¿debería ella pedir disculpas?
El 'Lío embarazoso' de Seth Rogen y Katherine Heigl: ¿debería ella pedir disculpas?
El 'Lío embarazoso' de Seth Rogen y Katherine Heigl: ¿debería ella pedir disculpas?

En las crónicas de Hollywood, hay historias que empiezan por una tontería (o no), y que se van alargando a lo largo de los años cual una subtrama de Juego de tronos. Y, de entre ese repertorio, una de las estrellas es el beef que enfrentó a Katherine Heigl con Seth Rogen (y, prácticamente, con toda la pandilla de Judd Apatow) tras el estreno de Lío embarazoso en 2007. Coprotagonista de dicha comedia, en la que su personaje se quedaba embarazado del de Rogen (tratando ambos a posteriori de gestionar el bombo, y enamorándose en el proceso), Heigl armó la gorda al declarar que el argumento le parecía "un poco sexista, porque en ella las mujeres son arpías y los hombres unos chavalotes majos" en una entrevista con Vanity Fair. Algo que suscitó un supino cabreo en el director y en el actor: Rogen llegó a afirmar que Heigl estaba "jodidamente loca".

 Podría pensarse que, tras casi una década, el mal rollo entre ambas partes se habría extinguido, pero no es así. En una entrevista con el programa radiofónico de Howard Stern, Heigl le quitó hierro a sus palabras de 2007. Y, ante dicha cortesía, Seth Rogen ha respondido en el mismo espacio: cuando la actriz hizo sus declaraciones, confiesa, él se sintió "traicionado", y agradece la rectificación, pero preferiría que su ex colega formulase sus disculpas personalmente. "Cuando yo le pido disculpas a alguien, voy en persona, y no aprovecho un foro público para hacerlo".

Tal vez esto suena desproporcionado. Pero, como señala un artículo publicado en The Cut, el incidente entre Katherine Heigl, Judd Apatow y Seth Rogen fue más allá de un cruce de dimes y diretes. Según admite el propio Rogen, el hecho de que la actriz protestase por el argumento de Lío embarazoso en plena campaña promocional de la película no fue bien recibido por sus compañeros, y su gesto podría haberle costado su efímero trono como reina de los chick flicks, aquellas comedias ligeras orientadas (presuntamente) al público femenino que nacieron como setas en la estela de El diario de Bridget Jones. Aunque títulos como 27 vestidos, La cruda realidad Como la vida misma fueran de una calidad ínfima, Heigl incrementó gracias a ellos la popularidad obtenida con la serie Anatomía de Grey, que coprotagonizaba. Pero, más adelante, su carrera se paró en seco, con fiascos como La cazarrecompensas.

¿De verdad fue la mano negra de Rogen y Apatow la que liquidó a Katherine Heigl? Rogen le quita hierro al asunto ("Si alguien se ha negado a trabajar con ella porque Judd y yo le caímos bien, es que está loco"), pero en su momento no escatimó los insultos hacia la actriz. Por otra parte, se ha comentado que la caída de Heigl podría estar relacionada también con su mala relación con Shonda Rhymes (Cómo defender a un asesino), productora ejecutiva del show y una de esas personas cuyo poderío en los despachos resulta letal para las carreras de quienes se enemistan con ella. Pero la pregunta incómoda sigue estando ahí: si un actor hubiera hecho unas declaraciones similares, ¿le hubiesen costado así de caras?

El artículo de The Cut afirma que no. De hecho, menciona casos similares, pero protagonizados por varones: Jim Carrey execrando Kick-Ass 2, por ejemplo, o las constantes muestras de disgusto de Robert Pattinson hacia Crepúsculo cuando dicha franquicia estaba aún en los cines. Y a dichos intérpretes, recuerda, nadie les puso la zancadilla ni los vetó en los estudios debido a sus palabras. "Muchos actores maleducados, groseros y antipáticos han tenido infinitas oportunidades para redimirse, mientras que a las mujeres se las califica de divas, de ingratas o de algo peor", afirma. Y concluye: "Si vamos a pedir disculpas por algo, ese sería un buen lugar para empezar". Si es este un buen diagnóstico o no, queda al albur de cada uno y cada una, pero también conviene preguntarse otra cosa: ahora que el público está cada vez más sensibilizado hacia los temas de género, ¿se hubiera podido estrenar una película como Lío embarazoso sin que ésta despertara protestas?

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