Zapatero se da dos meses para un pacto anticrisis que Mariano Rajoy no acepta

  • El presidente asegura que se volverá a crear empleo a finales de 2010.
  • Anuncia una comisión para conseguir un pacto en dos meses.
  • Rajoy pide que se anulen las subidas de impuestos para pactar.
  • "Rectifique a fondo su política económica o convoque elecciones".
  • BLOG: ZP ofrece un Gobierno bis donde estén todos los partidos.
Detalle de los papeles de Rajoy, durante el debate económico en el pleno del Congreso.
Detalle de los papeles de Rajoy, durante el debate económico en el pleno del Congreso.
Chema Moya / EFE
Detalle de los papeles de Rajoy, durante el debate económico en el pleno del Congreso.

Los días grandes en el Congreso de los Diputados tienen siempre dos vertientes: la seria y la teatral. Este miércoles, en un pleno que había de afrontar la grave crisis económica que se padece, tampoco fue una excepción. De su vertiente solemne, el principal titular es la oferta de un pacto en un plazo de dos meses.

La lanzó el presidente Zapatero y fue aceptada, aunque con muchas dudas, por todos los grupos parlamentarios salvo el PP. Cuando se levantó la carpa del circo, Rajoy reclamó que se convoquen elecciones o que el PSOE que retirase su apoyo a Zapatero, a lo que éste le respondió con un airado desafío para que, "si tiene valentía y coraje, presente una moción de censura". Aplausos –de los diputados propios– y telón.

La propuesta de Zapatero se puso en marcha este miércoles. La ministra de Economía, Elena Salgado (que formará junto al titular de Industria, Miguel Sebastián, y el de Fomento, José Blanco, el trío negociador del Gobierno) se reunió, cuando aún no había acabado el debate, con Durán i Lleida (CiU), uno de los más receptivos a alcanzar acuerdos con el Gobierno.

El pacto, que viene siendo reclamado por distintas voces en las últimas semanas en paralelo al que se quiere alcanzar con sindicatos y empresarios para la reforma laboral, tiene cuatro ejes de trabajo: competitividad, política industrial, déficit público y sistema financiero. Un acuerdo  sobre estas cuestiones permitiría sacarlas de las disputas partidistas y afrontar con más garantías los cambios.

Pero la otra lectura, la que hace el principal partido de la oposición es que unas medidas pactadas por todos diluye la culpa del Gobierno sobre la actual situación: "Yo no me puedo hacer corresponsable, porque sería un irresponsable», indicó Rajoy.

Reducir la administración

El líder popular desconfía completamente de que se puedan alcanzar auténticos acuerdos. Ha acusado al presidente de no tener ninguna credibilidad: por los cuatro millones de parados, el aumento del déficit y sus continuos pronósticos sobre el fin de la recesión.

Por eso pidió al Gobierno que demuestre "que va en serio" en su oferta. Ese gesto sería la adopción de varias medidas que concretó el PP: la renuncia a subir los impuestos, la reducción en un 25% de la cifra de altos cargos y el establecimiento un límite de gasto por parte de las administraciones.

Rajoy llegó a decirle a Zapatero que "se deje de mesas y comisiones" y que rectifique "a fondo su política económica". Con todo, éste no se arrugó y, después de que el líder popular pidiese el adelanto de los comicios, le respondió insistiendo en el diálogo: "Creo que lo que los ciudadanos quieren que anticipemos juntos no son las elecciones, sino la recuperación económica y del empleo".

Las reuniones de trabajo entre el Gobierno y los partidos ya han comenzado. Esperan dar sus frutos en un plazo máximo de dos meses, según indicó Zapatero. El Ejecutivo llevará un documento abierto a las reuniones con el resto de fuerzas y sobre él se trabajará para conseguir plasmarlo en reformas legislativas antes del verano.

Y es que la gravedad de la situación y la creciente desconfianza de los mercados internacionales sobre la solvencia de la economía española han despertado las prisas en Zapatero, el presidente que esquivaba la palabra crisis.

¿Qué es una moción de censura?

Presentar una moción de censura en realidad no tiene una gran dificultad: basta con que una décima parte de los diputados (en este caso, 35) lo soliciten. El problema, sin embargo, es ganarla, porque junto a la reprobación del Gobierno tiene que haber un candidato alternativo a asumir la presidencia. Es decir, que se vota destituir al actual Ejecutivo y se encarga a otra persona la creación de uno nuevo. Para su aprobación se necesita que el Congreso la avale por mayoría absoluta. Así, el problema para quien la presenta es conseguir el apoyo del resto para su candidato.

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