Aunque la presentación oficial del nuevo S60 está al caer, la firma sueca ha desvelado ya prácticamente todos sus secretos. Estamos ante un modelo totalmente renovado, con un diseño personal, mecánicas de última generación y tecnología de vanguardia. Su nuevo sistema de detección de peatones está generando gran expectación.
Basado en el prototipo que se dio a conocer meses atrás, el S60 posee unos rasgos de diseño que no dejarán a nadie indiferente. Con unas líneas mucho más “atrevidas” a las que nos tiene acostumbradas la firma sueca, el vehículo destaca por su frontal realmente agresivo (con unos pilotos muy afilados), unos pasos de rueda muy marcados en conjunto con una línea de cintura deportiva pero elegante al mismo tiempo, y una zaga con trazos muy redondeados, donde llaman la atención por encima de todo los grupos ópticos traseros.
Por dentro se ha buscado una mayor ergonomía, tratando de mimar a los ocupantes lo máximo posible. No falta la característica consola central al aire pero se han efectuado diversos retoques para ofrecer un salpicadero con formas más orientadas hacia el conductor. Ahora encontraremos dos pantallas de 5 ó 7 pulgadas a través de las cuales veremos toda la información referente a los sistemas multimedia, el navegador o el teléfono móvil. Volvo asegura también que se ha ganado en habitabilidad; por ejemplo, el espacio para las piernas en las plazas traseras es ahora 30 mm mayor.
La firma sueca hace especial hincapié en destacar que el nuevo S60 será todo un referente en cuanto a seguridad. Además de equipar el conocido “City Safety” que vimos por primera vez en el XC60 (este dispositivo es capaz de detectar un obstáculo y frenar por sí mismo para evitar el choque), Volvo ha desarrollado un pionero sistema de detección de peatones que “inaugurará” este vehículo. Dicho sistema procesa conjuntamente la información enviada por los sensores de radar y una cámara de vídeo y actúa en consecuencia, siendo capaz de evitar un atropello siempre y cuando nuestra velocidad no supere los 35 Km/h.
Volvo ha informado que pretende comercializar unas 90.000 unidades de este modelo al año en todo el mundo. Los cinco principales mercados internacionales para este modelo, que se produce en planta belga de Gante, serán Estados Unidos, China, Rusia, Suecia y Reino Unido. Las primeras unidades se entregarán a los clientes a principios de verano.
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