En concreto, la ex concursante del GH Vip mexicano pretende que cada uno de sus senos pese unos difícilmente soportables siete kilos. Sabrok ya se queja ahora de dolores de espalda, con lo que el cuarto y mitad de silicona extra no hará sino empeorar su ya endeble salud vertebral. Pero sarna con gusto no pica: «Me gusta verme así, con el busto grande», afirma, ajena al desaliento, la playmate.

No es la única que se ha rendido al efecto zoom de la cirugía. Samantha Fox y Sabrina, en la categoría melódico-festiva, y Belén Esteban, en la del famoseo patrio –y con portada en Interviú para dar fe–, han sido más moderadas. No así Xuxa, la presentadora brasileña, que se arrepiente de lo «exagerado» de sus nuevos pechos y glúteos.

Sabrina Sabrok

Entre los proyectos más inmediatos de la modelo y estrella mediática argentina está el de caminar completamente desnuda por las avenidas de México D. F., su ciudad de adopción.

Pamela Anderson

El perímetro de sus pechos es de 130 centímetros. La vigilante de la playa con menor riesgo de morir ahogada ha lucido pechos operados en multitud de ocasiones y en decenas de portadas.

Lolo Ferrari

La malograda actriz francesa Lolo Ferrari, fallecida en 2000 con 37 años, dejó una frase que resumía su afán por inflar sus pechos: «Odio la realidad, quiero ser totalmente artificial porque todo lo natural me da miedo».

Cicciolina, la pionera

Pornostar y eurodiputada italiana. Curiosa combinación la de Ilona Staller, mujer que en los años noventa no necesitaba de grandilocuentes discursos para conseguir un escaño. Le bastaba con descubrir sus senos.