Entre Reyes y Semana Santa, el calendario escolar prevé trece semanas prácticamente limpias, que coinciden además con el trimestre más denso para los alumnos. Los estudiantes de Zaragoza disfrutarán tan sólo de dos fiestas, el 30 de enero y el 6 de marzo. En el primer trimestre, el reparto de libranzas en los puentes del Pilar y Todos los Santos ha sido polémico.

 

La escasez de festivos tras la Navidad contribuirá a reducir el rendimiento de los estudiantes, que no tendrán el descanso suficiente, según indican los propios docentes. «Otros años hemos tenido la semana blanca de febrero o el trimestre ha sido más corto, pero este curso no hay casi descansos y eso acabará notándose», explica Manuel García, portavoz del sindicato Stea.

 

 

Los docentes se quejan de que el calendario escolar está poco equilibrado, impuesto por Educación y diseñado en función de las fiestas religiosas, sin afrontar las necesidades de los alumnos.

 

«Deberíamos poder negociar el calendario escolar y hacerlo así más racional», se queja Manuel Martínez, del sindicato CC OO.

 

 

Una de las principales peticiones de los profesores y sindicatos es desligar el calendario escolar de las festividades religiosas. De esta forma, proponen estructurar las fiestas en función de las necesidades que requieren los alumnos, ubicando un descanso de dos o tres días a mediados o finales de febrero, y espaciando las festividades para evitar concentraciones como las que se producen en el inicio de cada curso con el Pilar, el puente de diciembre y la Navidad.

 

6 de marzo Este día será fiesta en los colegios de Zaragoza. Sin embargo, los padres trabajarán.