Euskalerria Irratia propone al Gobierno cerrar las concesiones de radio volviendo a un acta de 1998

El director de la emisora pide que el Ejecutivo actúe con la "máxima transparencia" y "sin precipitación ni dilación"

El director de Euskalerria Irratia, Mikel Bujanda, entregó hoy al consejero de Relaciones Institucionales del Gobierno de Navarra, Alberto Catalán, una propuesta por escrito para plantear al Gobierno una fórmula que cierre definitivamente las concesiones de licencias de radio, después de que la semana pasada el Tribunal Superior de Justicia de Navarra anulara las adjudicaciones realizadas por el Gobierno foral en 2006 a Radio Universidad de Navarra y Net21.

Según explicó Mikel Bujanda en declaraciones a los medios de comunicación, esta propuesta consistiría en volver al acta de la mesa de contratación del año 1998. En ese acta se incluye un listado con las puntuaciones que obtuvieron las tres empresas en litigio sobre cuatro de los ocho módulos de los que constaba el baremo. Para los otros cuatro módulos, el acta sólo incluye comentarios valorativos, pero no puntuaciones.

A juicio de Mikel Bujanda, lo que se debe hacer es "poner puntuación numérica a los cuatro módulos que están comentados y pendientes de cuantificar".

El director de la emisora explicó que para poner puntuación a esos cuatro módulos existen ya tres informes de especialistas. Se trata de un informe sobre contenidos de programación, otro informe sobre viabilidad económica y otro informe técnico.

Bujanda defendió que estos informes tienen el "máximo grado de imparcialidad", puesto que son periciales ordenadas y controladas por un juez y con especialistas elegidos por sorteo.

El director de la emisora consideró que los tres estudios deben servir a los componentes de la mesa de contratación para puntuar los cuatro modelos y sumar esta cuantificación a los otros cuatro módulos ya consolidados, "y se resuelve todo este proceso".

Mikel Bujanda afirmó que espera "sensatez, máxima transparencia y que esto se resuelva sin precipitación ni dilación, porque sería de todo punto inadmisible que se recayera en la tentación de nuevas maniobras o maquinaciones". "Dejamos para otro momento las consideraciones y valoraciones, así como posible exigencia de responsabilidades", concluyó.

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