Desde hace un par de semanas, este gran eje circulatorio del centro de Madrid ha recuperado dos de sus seis carriles. La avenida llevaba más de año y medio estrechada en su cruce con la plaza de Callao.

El principal perjudicado de estos meses de obras ha sido el transporte público en superficie. Los trabajos de reforma del Metro y la ocupación de parte de la calzada obligaron a eliminar el carril-bus, con lo que las doce líneas de autobús que circulan por la zona han sufrido más retenciones de lo habitual.

Con la circulación recuperada casi al 100%, la recta final de los trabajos en la zona se concentra en las aceras, que todavía están siendo pavimentadas de nuevo, y en la cercana calle Jacometrezo, aún cerrada al tráfico. En esta vía lateral es donde se hicieron las grandes zanjas para el trabajo directo sobre andenes y vías de la línea de Metro.

En cuanto a la red del suburbano, las obras todavía mantienen cerrado el acceso a la estación de Callao desde la acera de los pares de la Gran Vía.

Las obras terminarán en enero, pero volverán el próximo verano para concluir el lavado de cara de la Línea 3, que no afectará a la superficie.

Callao, nueva zona peatonal

La desaparición del aparcamiento en superficie de Santo Domingo, cuyas obras comenzarán en diciembre, llevará aparejada una reordenación de la zona. Jacometrezo quedará reservada para la circulación de autobuses, con lo que el tramo de Preciados entre Santo Domingo y Callao, y esta propia plaza se convertirán en áreas peatonales.