La Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) advirtió de que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias utiliza a los tres funcionarios de la cárcel Sevilla I sometidos a expedientes disciplinarios como "cabezas de turco" para tapar a los "verdaderos responsables" de la fuga de dos presos el pasado 4 de febrero.

En un comunicado, Acaip lamentó que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, adscrita al Ministerio de Interior, haya resuelto cesar al subdirector de seguridad de la cárcel Sevilla I, así como incoar expedientes disciplinarios contra dos funcionarios y el jefe de servicio del turno de noche, a cuenta de las conclusiones preliminares de la investigación emprendida tras la fuga de dos presos el pasado 4 de febrero.

Para la organización, las autoridades penitenciarias "utilizan a los trabajadores del centro para tapar a los verdaderos culpables, que no son otros que las deficiencias en la estructura de su construcción y los fallos de los sistemas de seguridad por falta de inversión y mantenimiento", toda vez que la investigación admite "dejadez" en la supervisión de las medidas de seguridad, pero atribuye el éxito de la fuga a una "secuencia de fallos humanos".

A tal efecto, Acaip recordó que la instalación de barrotes de "hierro dulce" en los barrotes de las celdas ya fue objeto de "polémica" en el pasado e incluso un grupo político, el PA, denunció este extremo en 1989, advirtiendo además de que el hecho de que "no funcionasen las cámaras y alarmas de seguridad del recinto" penitenciario no puede ser atribuido a estos funcionarios.

Al respecto, la organización sindical advirtió de que la cárcel Sevilla II sufre "un déficit de 50 funcionarios" en el Área de Vigilancia, lamentando que la investigación que ha resuelto el cese del subdirector de seguridad y la apertura de expedientes disciplinarios contra los dos funcionarios que custodiaban el módulo siete de preventivos y el jefe de servicio del turno de noche no asuma "ninguna de estas deficiencias".

"Estos trabajadores están siendo utilizados como cabezas de turco, para tratar de distraer la atención de los verdaderos responsables", señala el comunicado, que entiende que los funcionarios expedientados realizaban sus labores "con unas condiciones de seguridad absolutamente precarias". En cuanto al subdirector de Seguridad cesado Acaip recordó que su "valía profesional y personal, dentro de las carencias estructurales denunciadas, ha quedado siempre alejada de cualquier duda".

"Nunca debieron enviar a este centro a internos clasificados en el más alto nivel de peligrosidad, dentro del fichero FIES, y menos a internos como el apodado 'El Rafita', que debió de haber sido trasladado días antes, cuando la Dirección recibió informaciones de que preparaba una fuga", consideró Acaip para atribuir las responsabilidades "a los máximos responsables de la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias".