El nuevo comisario europeo de Transportes, Siim Kallas, valoró hoy la necesidad de disponer de los denominados 'puertos refugio' en las costas europeas, algo que vio "aboslutamente necesario" ante la posibilidad de que se repitan catástrofes como la del petrolero Prestige frente a la Comunidad gallega.

Justo un día después de la celebración de la cumbre informal de ministros europeos de Transporte en A Coruña, y tras un encuentro con las autoridades españolas en la torre de la Capitanía Marítima, Kallas, a preguntas de los periodistas, destacó la importancia de habilitar lugares "que deben estar preparados para dar la respuesta que cada barco pueda necesitar".

Con todo, el ex primer ministro de Estonia, que mostró un "interés particular" por visitar Galicia sólo unos días después de su nombramiento para conocer 'in situ' la región en la que se produjo el accidente del Prestige en 2002, hizo hincapié en las consecuencias positivas que tuvo este hecho en el debate sobre la aplicación de normas de seguridad en el transporte marítimo.

"Antes del Prestige había discusiones —n el seno de la Unión Europea (UE)— acerca de eliminar los barcos de casco sencillo", explicó, para subrayar que, "después del Prestige", existe unanimidad acerca de imponer su prohibición y la obligatoriedad del doble casco.

Asimismo, Kallas incidió en la importancia de que "cada Estado" vele por el cumplimiento de las normas nacionales e internacionales de seguridad, con el objetivo de luchar contra la contaminación del mar. Al respecto, resaltó que el trabajo de los distintos responsables de los Estados miembro se ha producido "en armonía" en la reunión informal de A Coruña, donde "todo siguió una línea uniforme y de sintonía, más allá de lo que pueda trascender en los medios de comunicación".

Control y cooperación internacional

De este modo, coincidió con el dirigente alemán en materia de Transportes, quien descartó ayer la elaboración de más legislación, porque, dijo Kallas, "tampoco se está pensando en cambios drásticos", sino en un "refuerzo" de la seguridad y en un control del nivel de aplicación de las medidas.

Esta labor la desarrolla la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA), que realiza auditorías periódicas "que reflejan el nivel de cumplimiento" de cada Gobierno. En este extremo, llamó la atención sobre la relevancia de la cooperación internacional y sobre el hecho de que ésta ha llegado, en la actualidad, a "extremos no conocidos".

Como ejemplo, el recién nombrado comisario de Transportes de la UE se refirió a la capacidad logística" que, a su juicio —y según pudo conocer en el encuentro de hoy—, demostraron los distintos departamentos encargados de la seguridad marítima tras el hundimiento del Prestige.

Según señaló, en los países bálticos la coordinación está extendida para supervisar toda su área de influencia, pero admitió desconocer el nivel de colaboración de otras naciones y reconoció sentirse sorprendido por la cantidad de medios dispuestos y por "lo que se hizo" en su día en la Comunidad Autónoma gallega.