La normativa que regula el acogimiento familiar en Galicia, y también la existente a nivel estatal, es "escasa e incompleta", según concluye la profesora de la Universidade de Vigo Lidia Noriega en una tesis que ha elaborado sobre esta materia.

La investigación, dirigida por el catedrático y decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y del Trabajo, Fernando Lorenzo, destaca que, como primera medida, lo deseable es la reunificación familiar. Si esta no fuese posible, se debería iniciar la constitución de medidas definitivas de forma inmediata, aunque sin superarlos dos años de tramitación, tal como reflejan las legislaciones de comunidades como Cataluña, Baleares o Extremadura.

Entre las principales carencias detectadas en el estudio, destaca la ausencia de un periodo de duración máxima de las modalidades de acogimiento familiar, una circunstancia que en algunas ocasiones da lugar al incumplimiento del principio de reagrupación. También puede provocar la adopción de medidas definitivas para el menor "empleando como argumento disuasorio la estabilidad alcanzada por el niño en su familia de acogida tras largos periodos de convivencia", indicó la autora, quien es especialista en Derecho Civil.

En todo caso, Noriega insiste en que con independencia de los vínculos afectivos que se puedan establecer en la familia de acogida, "nunca hay que olvidarse de que es una medida transitoria y finita en un plazo de tiempo prudencial". COMPLEJIDAD

Así, afirmó que cuando queda enfrentado el interés del menor y el derecho de los padres al reagrupamiento familiar, la solución es compleja, tanto desde el punto de vista humano como el legal. De hecho, mientras la norma prioriza el principio de integración familiar, la Fiscalía de Menores recomienda que se prime la permanencia del menor en la familia de acogida, si éste se encuentra plenamente integrado y estabilizado.

Debido a que cualquiera de las dos decisiones provoca un "indudable daño afectivo para los actores implicados", la experta consideró que el sistema de protección al menor "no debería llegar a dicha situación", por tanto, lo deseable sería intentar primero la reunificación familiar y, en caso de no ser posible, iniciar la constitución de medidas definitivas de forma inmediata aunque sin superar los dos años de tramitación.