El primer premio, dotado con 9.200 euros, se ha concedido a la restauración de la fachada del edificio situado en Plaza de los Mesones, número 1, de Calatayud, propiedad de Área Histórica Calatayud, S.L., por la correcta ejecución de la restauración de las fachadas, recuperando su configuración original y por efectuar un tratamiento adecuado en cuanto a los materiales utilizados.

Los promotores-constructores de este edificio, Carlos Santoja (padre e hijo) "tuvieron que emplearse a fondo con esta obra", cuya fachada estaba desplomada hacia un lado y otro de las calles en que se ubica, explica la DPZ en un comunicado.

El edificio se demolió entero y se mantuvo la fachada. Para nivelar la planta cero tuvieron que hacer una estructura a modo de malla, soldada a la estructura del edificio, que se fue proyectando hasta conseguir un recrecimiento del nivel idóneo, indican.

Posteriormente, se utilizó un cemento alisador que imita a las antiguas fachadas de yeso y consiguieron un tono rojo tras seis manos de pintura.

Otros detalles de la restauración de este edificio son la piedra especial de los recercados de las ventanas, las contraventanas para armonizar con edificios del entorno como el mesón de la Dolores, la restauración de la forja de los balcones que ya existían y la imitación de estos para aquellos nuevos huecos abiertos en la fachada, la iluminación de xenon o los detalles de los buzones.

Segundo premio

El Jurado otorgó el segundo premio, dotado con 5.800 euros a la restauración de la fachada del edificio situado en Plaza Mayor, número 40, de Villafeliche, propiedad de Adoración Amalia Gómez Millán, por el mismo motivo: su correcta ejecución de la restauración de la fachada recuperando su configuración original y por efectuar un tratamiento adecuado en cuanto a los materiales utilizados.

Esta casa, de herencia familiar, pudo ser en tiempos una lonja, lo que ya marca su especial arquitectura del siglo XVII. De hecho, la fachada está inscrita en el catálogo monumental de España, editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, destacando su arquitectura civil.

El embellecimiento de la fachada ha sido "completamente respetuoso" con la estructura original y los materiales, ya que se ha repuesto de ladrillo rústico aquellas piezas que se encontraban deterioradas.

Durante los trabajos se ha limpiado el escudo de alabrastro, del Conde de Luna, y también se descubrió una placa en la que ponía Plaza San Fernando, que se ha mantenido, enmarcándola con el ladrillo de la fachada. En uno de los cuadros vacíos se ha puesto un reloj de sol y el resto de trabajos consistió en la sustitución de forjas de los balcones.