Así lo indicó Farreras a preguntas de los periodistas en Jaén, donde visitó las nuevas instalaciones de Seat Savoy en la Ciudad del Automóvil del Grupo Ávolo, donde señaló que, como toda nueva tecnología, "cuesta que arranque". En este sentido, consideró que "si no hay algún tipo de ayuda que reduzca el nivel de riesgo que un comprador de estos vehículos pueda asumir van a tardar más en implantarse".

En cualquier caso, precisó que "los híbridos no son una solución a medio plazo". "No creo que ante los coches eléctricos estemos ante el cambio de paradigma del automóvil, que desplace a la gasolina. Estamos lejos todavía de encontrar ese camino", destacó.

El responsable de Seat España subrayó que el coche híbrido es "un compromiso bastante válido" que, sin embargo, "todavía no es una solución de mercado que desplace a la gasolina". Además y de forma paralela, el motor de combustión interna no ha llegado a su máxima capacidad de desarrollo, por lo que la compañía también trabaja en este ámbito.

Mientras tanto, la empresa se ha marcado como uno de sus objetivos prioritarios construir un "liderazgo sólido", que pasa por las ventas a particulares sin olvidar a las empresas, para lo que no va a entrar en "juegos" como la automatriculación, los hiperdescuentos o el kilómetros cero. "Puede valer a corto plazo para salir en la foto, pero no nos interesa frente al refuerzo del negocio y de la percepción de marca como ejes de nuestra estrategia", apuntó.

Para ello, Farreras destacó que la personalidad de la Seat del futuro se basa, como principales cualidades, en un aspecto exterior "de diseño", un pensamiento joven abierto al cambio y a los retos y una forma de actuar "deportiva", sin miedo a la competición y a la competitividad.

Orgullo como marca española

A ello hay que añadir otro aspecto que da un valor añadido a la empresa al ser la "única marca que diseña, desarrolla y fabrica coches en España" al tiempo que también desarrolla y fabrica componentes para todas las marcas del grupo Wolkswaguen.

Por ello, insistió en la necesidad "recuperar ese orgullo de marca española" y que los clientes la perciban como tal devolviéndole "el peso que tradicionalmente tuvo y que nunca debió perder". "Quizás nos alemanizamos un poco en el pasado y realmente Seat es una marca española", apostilló.

Estos valores y cualidades, según manifestó, se traducen en unos productos que han hecho de la compañía la tercera del país, donde pretende escalar posiciones gracias, entre otras cosas, a nuevos vehículos. En concreto, avanzó que en 2010 habrá "dos grandes lanzamientos", en alusión al nuevo Alhambra, que se presentará a finales de año, y al Ibiza ST, una "versión familiar" que se presentará en el Salón de Ginebra.