Un policía nacional, que se encontraba de libranza, asistió en el parto a una vecina que dio a luz a una niña. El hecho, dado a conocer hoy, ocurrió el pasado viernes, 5 de febrero.

En concreto, sobre las 9,15 horas de dicho día, un funcionario del Cuerpo Nacional de Policía, que se encontraba en su domicilio situado en la calle Luciano Malumbres de Santander, fue requerido con urgencia por una vecina, ya que su nuera, que se encontraba en avanzado estado de gestación, se había puesto de parto.

El agente, que estaba franco de servicio, bajó a toda prisa al domicilio de su vecina -conocedora de su condición de funcionario del Cuerpo Nacional de Policía- en donde encontró que el parto ya había comenzado y que la criatura, que ya tenía la cabeza fuera del seno materno, llevaba dos vueltas del cordón umbilical alrededor del cuello.

Lejos de amedrentarse, el policía reaccionó con gran tranquilidad y una vez liberado el cuello del cordón que lo envolvía y que podría haber asfixiado al bebé, terminó de extraer a la criatura, una niña.

A continuación, el agente pinzó el cordón umbilical con dos pinzas de plástico de las de "autocierre" y realizó el corte del mismo con un cuchillo de sierra.

Hasta la llegada de la ambulancia, el policía recibió por teléfono instrucciones por parte de un equipo médico, respecto a los primeros cuidados de la neonata.

La madre y la niña, de nombre Paula, que pesó 3,450 kilos, se encuentran bien, según informó la Jefatura de Policía.