La Región de Murcia se situó durante el pasado año entre las cuatro comunidades autónomas con menor siniestralidad laboral hasta el punto de que los índices de incidencia en el caso de los accidentes graves registraron un descenso del 48,96 por ciento, pasando de los 227 que se produjeron en 2008 a los 114 de 2009.

Así lo puso hoy de manifiesto el consejero de Educación, Formación y Empleo, Constantino Sotoca, durante el balance de la siniestralidad laboral en el ejercicio correspondiente a 2009, en el que destacó especialmente la reducción de estos índices de incidencia, que han pasado de 48,24 accidentes por cada 1.000 trabajadores registrados en 2008 a los 39,6 del pasado año, lo que supone el 18 por ciento menos.

En este apartado, señaló también que los índices de incidencia descendieron en un 28,11 por ciento en el caso de los accidentes mortales, hasta llegar a los 31 del pasado año (12 menos que en 2008).

De la treintena de accidentes mortales, Sotoca concretó que siete de ellos fueron por patologías no traumáticas, siete 'in itínere', ocho por condiciones materiales y siete en misión dentro del horario laboral.

En cuanto al número de accidentes leves, en 2009 la cifra ascendió a los 17.575 (frente a los 23.033 de 2008) en lo que a jornada de trabajo se refiere, lo que supone una reducción del 23,70 por ciento; y 2.298 'in itínere' (3.074 en 2008), con una reducción del 25,24 por ciento.

Por sectores de actividad, el responsable de Empleo precisó, además, que la siniestralidad "ha experimentado una importante reducción en construcción e industria, que son los que tradicionalmente registran mayor número de accidentes laborales y los que revisten mayor gravedad".

Así, indicó que a lo largo del último año se ha constatado un descenso en el sector de la construcción del 24,81 por ciento, con lo que el índice de incidencia se situó en 68,4 accidentes por cada 1.000 trabajadores frente a los 93,85 de 2008.

Mientras que en el sector industrial, la Región ha reducido la siniestralidad en un 28,25 por ciento, situándose el índice en los 65,02 accidentes frente a los 90,44 que se registraron en el año 2008.

Por su parte, la reducción en el sector servicios fue del 9,45 por ciento, con lo que el índice de 2009 se situó en 28,44 accidentes por cada 1.000 trabajadores; mientras que en agricultura se produjo una reducción algo mayor, concretamente del 10,03 por ciento, situándose el índice en 2009 en 29,71.

Al hilo, el director del Instituto de Seguridad y Salud Laboral (ISSL), Tomás Pérez, afirmó que se tiene conocimiento de las empresas que tienen una mayor tasa de siniestralidad laboral en la Región, por lo que son a éstas a las que se les dedica "una mayor atención en labores de apoyo y asesoramiento".

En materia de economía sumergida, Sotoca reiteró que es competencia del Ministerio de Trabajo, a través de la Inspección de Trabajo y de Seguridad Social, aunque recordó las reuniones anuales de las comisiones bilaterales en este sentido, que "fijan los objetivos para cada año".

Así, indicó que los objetivos para 2010 han aumentado "de forma considerables" en materia de control de la economía sumergida, por lo que "las inspecciones en los distintos sectores, fundamentalmente servicios, se incrementarán un 20 por ciento con respecto a 2009".

Primer laboratorio de ergonomía en murcia.

A pesar de estos datos positivos, el titular de Empleo aseguró que "nunca se podrá estar satisfecho mientras se produzca un solo accidente", al tiempo que puso de manifiesto que "todas las iniciativas puestas en marcha no sólo permiten reducir las tasas de siniestralidad, sino que además en la Región se va implantando una cultura generalizada de prevención de riesgos laborales".

Es por ello por lo que expresó su intención de continuar adelante en la lucha contra la siniestralidad, tras lo que adelantó que a lo largo de este año su departamento desarrollará iniciativas "novedosas".

Entre éstas, avanzó la creación del primer laboratorio de Ergonomía de la Región, que será el encargado de "analizar las deficiencias posturales de la población trabajadora para establecer medidas correctoras".

Y es que, subrayó, "esto supone el 83 por ciento de las enfermedades profesionales registradas este año y casi el 40 por ciento de los accidentes de trabajo".

De modo que el laboratorio analizará, mediante un programa informático, "las deficiencias posturales a las que se ven sometida la población trabajadora para establecer medidas que puedan corregirlas".

Anunció, asimismo, la puesta en marcha de una herramienta formativa visual, dirigida a la población inmigrante, al objeto de evitar que el idioma sea una barrera a la hora de aprender a prevenir los riesgos laborales.

Por último, las dos nuevas medidas que se sumarán a las anteriores consisten, según explicó, en la puesta en marcha, a través de la web del Instituto de Seguridad y Salud Laboral (ISSL), de una herramienta informática dirigida a las empresas con la finalidad de que puedan calcular sus índices de incidencia y compararlos con otras empresas de la misma rama de actividad, "de forma que puedan conocer los costes que soportan como consecuencia de la siniestralidad"; además de un convenio con el RACE para poner en marcha cursos de buenas prácticas en la conducción.