De hecho, en el caso de la gasolina 95 sin plomo, sólo los ourensanos pagan más. Con este segundo puesto en la lista de las estaciones más caras, la diferencia entre A Coruña y la gasolinera más barata de España es de casi cinco euros para un coche con un depósito de 40 litros. Comparando con la media nacional, los coruñeses ponen un euro más.

El petróleo, aquí al lado

Y ello pese a que los coruñeses son de los pocos del país que conviven con un refinería. La presencia de la central de Repsol, cuyos conductos atraviesan la ciudad, no acarrea compensaciones económicas para el bolsillo de los conductores.

Al margen de esta contradicción, la situación en la ciudad ha mejorado en los últimos meses. En septiembre liderábamos, sin competencia, todos los tipos de gasolina: aquí era más cara. Hoy las cosas han cambiado un poco. La subida del precio de la súper se ha disparado en Cataluña, Cantabria y Asturias, mientras que en A Coruña el encarecimiento es menor.

Lo mismo sucede en el caso del gasóleo. A Coruña ha perdido posiciones, pasando de compartir el liderazgo con Cataluña y Asturias a estar por detrás.

Incluso en Galicia los coruñeses han perdido puntos en el último mes en la escala de las gasolinas más caras. En Ourense llenar el depósito cuesta un poco más que en A Coruña, que, de todas formas, sigue ocupando un puesto de honor en la lista de las gasolineras más costosas de España.

Cuesta más aquí que en Austria

El esfuerzo económico que supone para los coruñeses llenar el depósito de sus coches no sólo es mayor que el que realizan la mayoría de los españoles; también tenemos que rascarnos más el bolsillo que otros ciudadanos de la Unión Europea. En cualquier categoría de carburante, los griegos pagan menos, y en algunas, los austriacos, irlandeses y luxemburgueses.