El catedrático José Villaverde cree "absolutamente necesaria" la reforma de las pensiones, pero "con más mano izquierda"

Piensa que la respuesta del Gobierno ante la crisis ha sido en general "correcta", pero "tardía y un tanto timorata"

El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Cantabria José Villaverde cree que la ampliación de la edad de jubilación y del plazo de cómputo para las pensiones son medidas "absolutamente necesarias" pero, en su opinión, quizá deberían abordarse "con más cautela, con más mano izquierda de lo que ha pretendido el Gobierno".

Además, en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, el profesor consideró que estas medidas deberían acompañarse de un "esfuerzo por luchar" para que luego tengan "efectividad y se lleven a la práctica", actuando también sobre las prejubilaciones.

Aunque no puede asegurar que estas medidas por sí solas sean suficientes para solventar el problema de las pensiones y garantizarlas para el futuro, recalcó que hay que adoptarlas y destacó que el Gobierno, "por una vez, ha hecho las cosas bien" y "ha cogido el toro por los cuernos".

Según dijo, al Gobierno se le ha acusado de reaccionar "tardíamente" frente a la crisis, pero ahora "parece que es consciente de que las cosas van mal, o por lo menos no van muy bien, y de que hay que actuar con contundencia".

En su opinión, el Ejecutivo está "haciendo un esfuerzo" en el tema de las pensiones, pero debería hacerlo también para que las medidas sean realmente efectivas porque, tal como recordó, en España la edad media de jubilación está "por debajo" de 63 años, y esto se produce "con la connivencia del Gobierno, directa o indirectamente, implícita o explícitamente, porque al final es el Estado quien paga la diferencia hasta que uno llega a la edad propia de jubilación".

"Quizás habría que actuar previamente o simultáneamente en ese otro ámbito para que estas medidas fueran más digeribles para la ciudadanía", apostilló el catedrático.

Respuesta tardía a la crisis

Tras señalar que, en todo caso, las pensiones están "garantizadas" y el problema es la cuantía, Villaverde aseguró que la actuación del Gobierno frente a la crisis ha sido "en general correcta", pero "tardía y quizás un tanto timorata".

Por ejemplo, respalda que se haya optado por aumentar el gasto público en lugar de por reducir impuestos; pero cuestiona en cambio el Plan E, que "ha sido útil para reducir el volumen de desempleo, pero desde el punto de vista productivo, de generar actividad, ha sido un poco dilapidar el dinero".

Además, otro aspecto en el que piensa que el Ejecutivo no ha actuado "demasiado bien" es la inversión en I+D+i, que pese a los incrementos de los últimos años, ahora "se ha resentido" y se ha recortado en los presupuestos, y eso es "apostar a caballo perdedor".

Igualmente, lamentó que el Gobierno tampoco "termina de meterle mano" al problema de la competitividad, cuyo origen está en la insuficiente preparación del capital humano; y también cree que se ha "fallado" en lo que respecta al mercado de trabajo, porque se tendría que haber actuado "de forma más decidida".

El catedrático no se atrevió a perfilar el escenario futuro del empleo, pero recordó que la economía española no crea puestos de trabajo hasta que no crece por encima del 2 por ciento y eso, según las previsiones del plan de estabilidad, no ocurrirá hasta 2013. De todas maneras, matizó que la destrucción de empleo se "amortiguará" y "probablemente desaparezca".

En cuanto a la evolución del PIB, cree que la caída "ha tocado fondo" —en el tercer o cuarto trimestre de 2009—, y otro tanto piensa del ajuste en la construcción, que si no ha tocado fondo, está "muy cerca" de alcanzar "el tope, el nivel".

A su juicio, la construcción, especialmente el ámbito inmobiliario, ha sido un sector "sobredimensionado" durante muchos años. "No era lógico" que su peso llegara al 15 por ciento del PIB, y en cambio, un peso de entre el 8 y 10% "está acorde con un dimensionamiento lógico natural", apuntó.

Situación cántabra

En lo que respecta sólo a Cantabria, Villaverde explicó que la región ha sufrido la crisis "en menor medida" que el resto del país, tanto en términos de Producto Interior Bruto como de desempleo. Y para salir de la crisis aseguró que "la respuesta más sencilla es afianzar las fortalezas y tratar de reducir o minimizar las debilidades".

Como fortalezas, señaló que la región tiene una "pequeña economía abierta, y eso implica flexibilidad" y mayor capacidad de adaptarse a los cambios. Junto a ello, citó también otras cuatro fortalezas que se deben "proteger, asentar y favorecer": el Puerto, la Universidad, el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, y una industria de alta tecnología, "con fuerte componente de I+D+i", cuyo máximo exponente es el Parque Científico y Tecnológico.

En cambio, entre las debilidades señaló las comunicaciones, que "pese a todo", siguen suponiendo un "hándicap"; así como la actitud de sector empresarial. Y es que, a su juicio, Cantabria "no cuenta con un empresariado lo suficientemente activo, un empresariado dispuesto a asumir riesgos". "Mi impresión es que contamos más con comerciantes, que con empresarios", concluyó el catedrático.

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