En su sentencia, dada a conocer hoy por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, la Sala impone a Michaells Dean la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la víctima, a su domicilio, lugar de estudio o cualquiera donde éste se encuentre o comunicarse con él por cualquier forma durante 20 años, así como la prohibición de residir o acudir al lugar donde su familia y el niño por igual tiempo. Asimismo, en concepto de responsabilidad civil, le condena a que indemnice al menor con 12.000 euros.

La Sala declara probado que en hora no determinada del día 1 de julio de 2008, el procesado se encontraba en su domicilio cuando se percató de que en la casa de enfrente se encontraba su vecino de once años de edad.

En ese momento Dean comenzó a exponerse delante del niño realizando prácticas sexuales, al mismo tiempo que le llamó por gestos para que fuera a su casa a la vez que le señalaba una mochila.

Cerró la puerta y las cortinas

El menor se personó momentos después en el domicilio del procesado y, una vez que el niño estuvo dentro de la casa, el procesado cerró la puerta y las cortinas, comenzó a hablar con el joven, preguntándole entre otras cosas por su edad, para después desnudarse y agarrar por los brazos al menor. Según la sentencia, el hombre obligó al niño a realizar prácticas sexuales.

Al final del acto sexual oyeron cómo llamaba el padre del menor silbando a su hijo y éste salió de la casa. En ese instante, el procesado hizo un gesto poniendo el dedo en la boca en indicación de que guardara silencio.

Durante el juicio celebrado el pasado miércoles el acusado negó los hechos y afirmó que "en ningún momento" se acercó al niño ni se desnudó ante él. Sin embargo, la víctima ratificó su denuncia y relató las prácticas sexuales a las que supuestamente le obligó el acusado.

Por su parte, los peritos incidieron en que el relato del niño es "creíble, veraz y coherente" y subrayaron que, tras sus análisis, "todo indicaba" que los presuntos abusos sexuales "no eran una invención del menor".

Al término del juicio, el Fiscal mantuvo su solicitud de imponer al acusado 14 años de prisión, mientras que, por el contrario, el letrado de la defensa solicitó la libre absolución para su cliente.