La Policía Nacional halló este viernes de madrugada los cadáveres de una mujer de 73 años, Isabel D. A., y de su hijo, Santiago L. D., de 46 años, en la vivienda de ambos ubicada en la calle Ampurdán, en el barrio de Zarzaquemada, de Leganés, informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

La alerta se activó cuando alrededor de las 23.oo horas, un radiopatrulla de la comisaría de Leganés fue requerida por un ciudadano, hijo y hermano de los fallecidos, que explicó a los agentes que llevaba todo el día intentando localizar a su madre y a su hermano que vivían juntos.

Sobre la 01.00 de la madrugada de este viernes, y con ayuda de los Bomberos de Leganés, que abrieron la puerta, los agentes consiguieron entrar en la vivienda y se encontraron en el pasillo el cadáver de una mujer y tumbado en la cama, el de su hijo, ambos con heridas de arma blanca. Al lado del hombre, hallaron también un cuchillo con manchas de sangre.

Tratamiento psiquiátrico

Según las manifestaciones del hermano, Santiago padecía una enfermedad mental desde hacía tiempo y acudía regularmente a un centro psiquiátrico. De hecho, este jueves tenía cita médica y no fue, según fuentes próximas a la investigación.

De las primeras gestiones policiales, todo parece indicar que Santiago, tras apuñalar a su madre, se quitó la vida, aunque habrá que esperar a los resultados de la autopsia. Al parecer, el suceso tuvo lugar horas antes de que el familiar alertara a la policía.

Las mismas fuentes aseguraron que no había denuncias previas por malos tratos. También indicaron que los vecinos, durante el suceso, no escucharon nada.

Hasta el lugar acudieron Especialistas de la Policía Científica para la inspección ocular, e investigadores del Grupo VI de la Brigada Provincial de la Policía Judicial. Asimismo, se avisó al Juzgado de Guardia, que a las 4 de la mañana dio la orden del levantamiento de los cuerpos.

"Educados y amables"

Los vecinos de los fallecidos han asegurado este viernes que nunca protagonizaron altercado alguno y que ambos eran "muy amables" y "educados".

Madre e hijo residían "de toda la vida" en la vivienda. El joven, según confirmaron los vecinos, "sufría depresión" por su situación laboral. Al parecer, conducía un taxi y "las cosas no iban como quería". Así lo aseguró una vecina, quien reveló que, hace dos días, intercambió una breve conversación con la fallecida.

"No comentó nada, sólo que estaba preocupada porque las cosas no iban nada bien con el taxi", explicó, tras reiterar que la familia "nunca había dado problemas".