Fajardo presentó esta nueva publicación editada por la Diputación de Badajoz, junto con la Asamblea y la Junta de Extremadura, y que cuenta con la comercialización de la Editorial Lunwerg, en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por la diputada provincial de Cultura, Inmaculada Bonilla, la de Igualdad y Desarrollo Local, María José Hormigo, el alcalde de Hornachos, Francisco Buenavista y el director general de Promoción Cultural, Alonso de la Torre.

El autor declaró que este libro es fruto del trabajo de 12 años, momento en el que descubrió la historia de los moriscos hornachegos cuando se documentaba para su novela "El Converso', rescatando esta historia de los más de 3.000 moriscos expulsados hace ahora 400 años, en 1609 por el rey Felipe III que decreta la expulsión de los moriscos de la Península.

Así, los moriscos de Hornachos emprenden un viaje que les llevará a fundar una república pirata independiente en la actual medina de Rabat, capital de Marruecos, aspecto en el que Fajardo destacó como unos labradores se convierten en una fuerza pirata temida en su época, con especial significado ya que los hornachegos se marcharon juntos y permanecieron así como núcleo unido que construyó Salé.

Este aspecto de la unión de los moriscos hornachegos fue destacado por Inmaculada Bonilla, quien explicó que "tuvieron que dejar vidas y haciendas, su arraigo en una tierra singular, para vagar por el Mediterráneo hasta establecerse en algún lugar del norte de África. Su caso es único, pues cuando fueron expulsados de la Península Ibérica permanecieron unidos y así, juntos" llegaron a la actual Rabat

El libro narra y fotografía los pasos de los moriscos extremeños en los principales escenarios en que se establecieron a través de un doble viaje a Rabat y Hornachos que recupera una historia común en el IV Centenario de la expulsión morisca de la península.

Para José Manuel Fajardo, este libro, que cuenta con las fotografías del argentino afincado en París, Daniel Mordzinski, sirve, gracias a la colaboración institucional, para hacer una "necesaria reparación histórica y un acto de justicia" hacia los moriscos expulsados "enviados al exilio".

Añadió que se trata "de una historia real que merecía la pena contarse completa", y para la que ha tenido la oportunidad de conocer como dejaron huella los moriscos en Hornachos, y de contactar con sus descendientes que actualmente viven en Rabat.