El protocolo de actuación prevé contactar en un primer momento con los propietarios, y en caso de no ser posible el contacto, el Ayuntamiento hace público a través del Boletín Oficial de la región que en el plazo de un mes los vehículos tienen que ser retirados o entregados a un gestor autorizado para obtener el certificado de destrucción y la baja en el registro de la Dirección General de Tráfico.
Según el alcalde de Vielha e Mijaran, Pau Perdices, en la mayoría de los casos los propietarios no cumplen con sus obligaciones y el Ayuntamiento debe proceder a tratar los vehículos como residuo municipal.
El abandono no supone únicamente un problema estético, sino que imposibilita el estacionamiento y puede llegar a suponer un foco de contaminación a causa de los elementos contaminantes que se encuentran en los automóviles, tales como las baterías, los filtros, los neumáticos y todos los líquidos del motor, incluidos aceites y combustible.
Durante 2009, el Ayuntamiento tramitó 70 expedientes de retirada de vehículos, de los cuales solo 15 se resolvieron con renuncias voluntarias. El consistorio contabiliza una veintena de abandonos de vehículos al año.
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