Cuando llegan a la Gran Vía, los turistas miran hacia arriba y se encuentran un bosque de edificios emblemáticos tapados por andamios y lonas. En lugar de la fachada ven el último modelo del reloj de lujo o la imagen más vistosa de la bebida de moda. Si siguen por Preciados, los rótulos de neón los deslumbran. Más abajo, la Puerta del Sol parece un mercadillo de oro: balcones y ventanas están invadidos por carteles de compraventa; nada estéticos, por cierto.

En breve, este caótico paisaje cambiará. Casi un tercio de los soportes publicitarios de la capital (el 29%) incumplen la Ordenanza de Publicidad Exterior, que aprobó el Ayuntamiento de Madrid hace un año para eliminar carteles y vallas que rompan con la estética urbana. El área de Medio Ambiente contabilizó 431 rótulos ilegales: miden más de 70 metros cuadrados, ocupan más del 40% de las fachadas laterales, emiten demasiada contaminación lumínica o están encendidos aunque el local esté cerrado.

223 desmontados

El Ayuntamiento ya ha retirado 223 carteles publicitarios que no cumplían las exigencias y en las próximas semanas retirará los 208 restantes. Los propietarios de los carteles y rótulos tienen todavía dos semanas (hasta el día 17 de febrero) para adaptarse a la nueva normativa. Ese día acaba la moratoria de un año que concedió el Consistorio a los comercios para modificar el aspecto de los soportes.

Además de limpiar la cara de la ciudad, la ordenanza supone un filón económico para el Ayuntamiento. Gallardón ya ha recaudado cerca de 600.000 euros en multas a los propietarios de soportes publicitarios. Un total de 248 locales han sido sancionados por negarse a retirar los carteles prohibidos, pese a tener orden expresa por parte de los técnicos municipales.

Las sanciones van desde los 750 hasta los 3.000 euros, en función de los daños causados sobre los edificios, la incidencia de los carteles sobre la conservación del patrimonio y su localización.

Además, el Consistorio ha realizado un nuevo inventario de los establecimientos históricos protegidos de la capital. Contabilizaron 1.895 locales: la gran mayoría de ellos (el 86,9%) están en el distrito Centro, mientras que el resto se reparten por Arganzuela, Retiro, Salamanca, Chamberí y Moncloa-Aravaca.

Ni siquiera la cruz de farmacia

La inconfundibles cruces verdes que anuncian la presencia de una farmacia tampoco escapan a la operación de maquillaje urbano de Gallardón. Estos luminosos deberán ser fijos (sin parpadeos ni movimientos) y no podrá haber más de una cruz en cada fachada. Los hoteles y otros establecimientos que requieran señalización especial tendrán que cumplir estos mismos requisitos. Además, el Ayuntamiento negocia con la Asociación de Rótulos Luminosos (Aserluz) para que fabriquen neones menos luminosos.

Los cuatro indultados

Sólo cuatro rótulos y carteles se han salvado de la quema: el Tío Pepe de Sol, el carte de Schweppes de Callao, el del BBVA en la Castellana y el del Firestone en la calle Alcalá.