En un comunicado, Romero opinó que la concesión de este premio a Vicente Ferrer rodearía el galardón "de veracidad y categoría auténtica" y permitiría reconocer "la gran labor que Vicente Ferrer desarrolló para los más débiles" hasta su fallecimiento, el pasado mes de junio.

La presidenta de la Cámara foral recordó que la Fundación Vicente Ferrer continúa la labor iniciada por esta figura mundial de la cooperación, una forma de trabajar que "sitúa a las personas y su desarrollo como prioridades de la acción humanitaria".

Romero insistió en que la concesión del Nobel de la Paz sería "un homenaje póstumo a un gran hombre, a un gran ser humano que vivió para servir a los demás y que entendía la solidaridad como la generosidad con el hombre, procurándole apoyo, alimentación, seguridad y educación".