Condenados a nueve y cuatro años de prisión por un delito de agresión sexual en Toledo

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a nueve años de prisión y al pago de una indemnización de 12.000 euros a I.A.R., nacido en Rumanía, por un delito de agresión sexual contra D.C. Además, ha condenado a I.G.D, también nacido en Rumanía, a cuatro años de prisión como cómplice responsable de este mismo delito y al pago de una indemnización de 3.000 euros.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el tribunal ha impuesto tanto a I.A.R., como a I.G.D., la prohibición de acercarse a D.C., su domicilio y su lugar de trabajo a una distancia inferior a 500 metros, así como que se comuniquen con ella por cualquier medio en un plazo de 10 años; y ha retirado al primero de ellos el pasaporte que deberá pasar a disposición de la Audiencia Provincial de Toledo "de manera inmediata".

Según las conclusiones del Fiscal, los hechos ocurrieron el 14 de enero de 2008 sobre las 22.00 horas cuando los acusados circulaban a bordo de un vehículo conducido por el segundo de ellos y se encontraron en la parada de autobús de Zocodover con D.C, otra ciudadana rumana, a quien I.A.R. conocía de vista.

I.A.R, según el Fiscal, insistió a D.C. "de forma reiterada" para que fuera con ellos a tomar algo, accediendo finalmente la joven, desplazándose los tres al centro de recepción de visitantes 'Toletvm', donde estuvieron cerca de una hora.

Al salir del citado establecimiento, los acusados aceptaron acercar en coche a D.C en la Plaza de Zocodover, donde ella había quedado con unos amigos, introduciéndose los tres en el vehículo, dirigiéndose allí, para una vez llegar no parar y empezar a dar vueltas por el Casco pidiéndo el acusado I.A.R. a I.G.D. que fueran a un lugar donde pudieran estar solos.

De este modo, I.A.R. indicó al otro acusado que pusiera rumbo a Cobisa, haciéndolo así pese a la oposición de D.C, a quien I.G.D. manifestó que su amigo quería mantener relaciones sexuales con ella y que, de no acceder, la dejarían abandonada en el camino, resistiéndose a ello la joven por lo que el acusado I.A.R. se pasó al asiento trasero con ella.

Acto seguido, el acusado comenzó a tocar y besar a la víctima al tiempo que decía que quería mantener relaciones sexuales con ella. Además, el conductor detuvo el vehículo hasta en dos ocasiones, conminado ambos acusados a D.C. para que se apeara del coche "si no estaba dispuesta a acceder a sus lúbricos deseos".

Pasado el Hospital camino a Cobisa, el acusado I.G.D, paró el vehículo en una finca de olivos donde nuevamente, y ante la oposición de la joven, le dijeron que la dejaría allí "tirada" si no accedía a mantener relaciones sexuales, intentando ella evitarlo, agarrándole de las muñecas el acusado I.A.R y causando a la víctima erosiones entrecruzadas en el dorso de la muñeca izquierda.

De este modo, la obligó a permanecer en el asiento trasero, donde, después de quitarle toda la ropa y desnudarse él de cintura para abajo, la tumbó en el asiento y la violó, al tiempo que el acusado I.G.D., quien permanecía sentado en asiento del conductor, escuchaba música y apremiaba al otro acusado.

Retorno a toledo

Tras ello, el acusado I.A.R., volvió al asiento del copiloto y retornaron a Toledo con la intención de dejar a D.C. en Zocodover, pero como se percataron de que ella, tras recuperar la disponibilidad de su teléfono, estaba llamando a la Policía, pararon bruscamente el vehículo en la rotonda situada junto al Hotel Princesa Galiana donde el acusado I.A.R se apeó para sacar violentamente a la joven y "dejarla allí abandonada".

Según el Fiscal, a consecuencia de la descrita agresión, D.C. padece un trastorno por estrés postraumático agudo que cursa con altos niveles de ansiedad y estado de ánimo depresivo por el que está recibiendo asistencia psicológica.

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