Esteban aclara el beso a Campanario: "Aún siendo barriobajera, hay que ser educada"

  • Las dos mujeres se saludaron amistosamente en una estación de tren.
  • Campanario viajó a Madrid para entregar a Andreíta a su madre.
  • Esteban ha descartado que entre ambas haya una tregua.

Uno de los encuentros más esperados por la audiencia, el de Belén Esteban y su archienemiga, María José Campanario, se produjo este fin de semana en Madrid. Sin embargo, este no se produjo en un plató televisivo como hubieran deseado las cadenas y los televidentes,  sino en una estación del AVE.

Al parecer, la esposa de Jesulín de Ubrique viajó a la capital con la hija de Belén, Andreíta, para entregarla a su madre después de que la niña hubiera pasado el fin de semana con su familia paterna.

Los dos besos con los que las dos mujeres se saludaron no sólo sorprendió a los fotógrafos allí congregados, sino que inspiraron portadas y titulares en la prensa del corazón, que ya habla de "amistosa reunión" y "alto el fuego".

Poco después Campanario, sonriente y educada, explicaba ante una cámara que lo importante son los niños y que las diferencias entre madres hay que apartarlas en determinados momentos. Por su parte Esteban ha asegurado que por su hija no sólo mata: también traga.

"Se puede ser una barriobajera, pero siempre hay que ser educada", contestó a un reportero que la abordó después en la calle.

Sin embargo, el talismán de Telecinco ha puesto las cosas claras tan pronto como ha vuelto al plató del programa para el que trabaja. Ha dicho que, en primer lugar, tendría que haber sido el padre de la niña, Jesulín, quien se hubiera encargado de traerla a Madrid; segundo, que este verano el diestro y su esposa veranearon a 15 kilómetros de donde se encontraban Belén y su hija, pero no fueron a visitar a Andrea. Y, tercero, que ella no olvida nada. Y que está "harta y harta". Vamos, que no se confunda nadie: aquí no hay tregua.

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