La Asociación Galega de Editores (AGE) invitó hoy al conselleiro de Cultura, Roberto Varela, a "recapacitar" y "retractarse" de las declaraciones realizadas durante un desayuno informativo en A Coruña, donde afirmó que la cultura gallega está "ensimismada" y "acomplejada".

En una nota remitida a los medios, los editores gallegos reclamaron a Varela que "busque el consenso con el sector desde el conocimiento real de sus problemas y necesidades" y que "asuma que declaraciones de este tipo pueden dañar gravemente la imagen pública de la industria editorial gallega" que "no merece ser tratada de una manera desleal".

Para la AGE, las "críticas" del conselleiro al sector cultural gallego son "impropias" del "máximo responsable de cultura del Gobierno Gallego", con las que "contribuye a crear una imagen pública falsa de las industrias culturales". "El sector editorial gallego no es dependiente de las ayudas públicas, y es un sector saneado, crucial para el desarrollo cultural del país", señaló la asociación.

En esta línea, la AGE recordó que el conjunto de empresas del sector editorial gallego facturaron en el último año 34 millones de euros, "recibiendo de las administraciones públicas en ese mismo ejercicio 1,9 millones de euros", de los cuales el 55 por ciento, indicó, "corresponde a compra institucional, no a subvenciones".

Además, la asociación aseguró que las ayudas para materiales curriculares "fueron reducidas por la actual Administración en un 50 por ciento" y "están muy lejos de las ayudas institucionales a otros sectores de la economía gallega".

Manifestaciones en el exterior

En otro orden de cosas, los editores gallegos explicaron que las manifestaciones culturales gallegas en el exterior de la Comunidad son "cada vez más visibles y valoradas" y "buena parte de ese reconocimiento internacional" son "los premios y menciones a las obras producidas por los editores gallegos"

Para la asociación, esta internacionalización "viene de la mano del esfuerzo continuado de los editores gallegos" que "con escaso apoyo lograron abrir caminos y mercados".

Los profesionales de la AGE, que integra más de 90 por ciento del sector editorial gallego, "trabajan duro por la competitividad, modernización e internacionalización" de la industria editorial de la Comunidad, así como "por el sostenimiento e incremento de los puestos de trabajo en un escenario de crisis económica".

En este sentido, el "mayor desajuste" existente entre la producción de libros y el mercado procede para la AGE "del escaso apoyo histórico al desarrollo social de la lengua gallega por parte de la Administración", certificado "ahora por un decreto que, además, fragmenta y dificulta enormemente la oferta de libros de texto desde las editoriales", sentenció.

"La promoción de la lectura es una obligación institucional que debe partir de las distintas administraciones públicas, y son esas administraciones las que tienen que dotar a la sociedad de recursos para consolidar índices de lectura satisfactorios, que en estos momentos en Galicia se encuentran muy lejos de lo ideal", indicó la AGE, que recordó que esta labor "incluye partidas presupuestarias para la dotación, creación y sostenimiento" de las bibliotecas públicas gallegas, que en la actualidad "están entre las peor dotadas del Estado".