Joaquín Leguina se vuelve "militante antisectario" en su obra 'La luz crepuscular', una historia "en clave sentimental"

El escritor cántabro abre esta tarde la Tribuna Literaria de Caja Cantabria

El escritor cántabro Joaquín Leguina se ha hecho un "militante antisectario", algo "muy difícil en los tiempos que corren" pero que plasma en su nueva novela, 'La luz crepuscular', que cuenta "desde el presente" y "en clave sentimental" hechos del pasado, como la posgerra, Mayo del 68, el triunfo y la caída del presidente chileno Salvador Allende, la muerte del dictador Franco, la transición y distintas victorias y derrotas del PSOE, el partido al que pertenece.

Así, por ejemplo, algunos políticos que aparecen "con sus nombres y apellidos", como el actual presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), "no salen demasiado bien retratados".

Sin embargo, otros dirigentes que no pertenecen a las filas socialistas "salen muy guapos" en la "foto" que supone 'La luz crepuscular", algo que puede "sorprender", como reconoció Leguina. Ello se debe, según recalcó en una rueda de prensa en Santander, a que se ha hecho "militante antisectario".

El escritor y político, que abrirá esta tarde la Tribuna Literaria de Caja Cantabria, a partir de las 20 horas en el CASYC, consideró que su novela constituye un "juego peligroso y arriesgado", debido al "problema" que supone que alguien "se pueda sentir retratado y se enfade" porque no salga "bien". "Es un juego bastante peligroso" y "voy a tener problemas hasta con mi familia", apuntó.

Esto, según dijo, lo que podría ocurrir con Rodríguez Zapatero, aunque añadió que confía en que el jefe del Ejecutivo "no lea el libro". "Que no haga una excepción y siga sin leer", apostilló.

No obstante, Leguina subrayó que 'La luz crepuscular' es una novela "contenida", ya que ha procurado usar el castellano "con moderación". Ello no quiere decir, puntualizó, que no ocurran cosas "trágicas" a los personajes.

Clave sentimental

El autor también destacó que se trata de una obra y una historia "sentimental", que tiene "visos autobiográficos" y que se podría haber titulado "Tal como nos vemos".

"Aunque tiene pasión política, no se puede leer en esa clave. Se tiene que leer en la clave de los sentimientos, los afectos, los amores, los desamores, los éxitos y los fracasos de una vida que es en parte la mía y que quiere ser, ya no arquetipo, pero muy significativa de la generación a la que pertenezco", manifestó el escritor cántabro.

Acompañado por el presidente de la Obra Social de Caja Cantabria, Francisco Rodríguez, Leguina precisó que su generación es la "nacida después de la guerra", "hija de los vencedores de la guerra", que a medida que va viviendo va descubriendo sus "ansias revolucionarias" que culminan en episodios como las revueltas de Mayo del 68 o la "tragedia" de Unidad Popular de Chile, eventos que él vivió.

Unos acontecimientos que Leguina mira ahora con la "distancia necesaria", distancia "intelectualmente más solvente" que la "solvencia" que tenía entonces, dijo.

También apuntó que la obra constituye un "homenaje" a su madre, "a lo que pudo haber sido y no fue", ya que murió cuando él tenía 6 años. De hecho, en la carátula del libro aparecen su madre y su tía.

El arte de la política

Leguina aseguró por otro lado que no ha acabado "harto de la política" porque todavía no se ha retirado. Además, en su opinión, la política es "un arte" que, "cuando está en buenas manos, nos viene bien a todos".

El escritor, que nació en Villaescusa en 1941, es doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Madrid y en Demografía por la Sorbona.

Ha sido concejal del Ayuntamiento de Madrid, diputado, secretario general de la Federación Socialista Madrileña, presidente de la Comunidad de Madrid, pero también ha ejercido su vocación literaria.

Así, ha publicado el libro de relatos 'Cuernos' (2002), y las novelas 'La fiesta de los locos' (1998), 'La tierra más hermosa' (1996), 'El corazón del viento' (2000) y 'El rescoldo' (2004).

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