En un comunicado, el presidente del Consell Comarcal de Ribera d'Ebre, Bernat Pellissa, informó de que las personas encerradas en la sede de la institución abandonaron este mediodía el recinto, después de permanecer encerrados en él desde el sábado.

No obstante, aseguraron que continuarán trabajando "mediante las vías legales, administrativas, políticas e institucionales" con el fin de defender la comarca e intentar "darle la vuelta" a la situación decidida por el Ayuntamiento de Ascó.

Por el momento, el Consell Comarcal realizará mañana una petición formal a la Conselleria de Gobernación de la Generalitat y al Servicio de Asistencia Municipal de la Diputación de Tarragona para que estudie las incompatibilidades de votación de cuatro concejales del ayuntamiento de Ascó, que al mismo tiempo son empleados de las nucleares, ya que esta situación "afecta a sus vidas profesionales".

Criticó el "obscurantismo" con que se está gestionando el emplazamiento del cementerio de residuos nucleares por parte del Ministerio de Industria y de la Asociación de Municipios en Áreas Nucleares (AMAC).

Precisamente, acusó a ambas instituciones de haber "tejido más bien una conspiración que un proceso basado en la información y la participación propios de una sociedad democrática".

Con esto, lamentaron que un solo plenario municipal no tiene la legitimidad moral para decidir el futuro de Catalunya "de espaldas" al resto de municipios de la Ribera de Ebro, el Campo de Tarragona, siete Consejos Comarcales y al Parlament.

Pellissa se mostró preocupado por la fractura social que, a su parecer, ha provocado la decisión tomada hoy por el plenario, y aseguró que la decisión es una "falta de respeto" a muchas personas de la comarca, que quiere hacer compatible su realidad industriañ con la diversificación económica.