El médico que se enfrenta a siete años de cárcel por la primera denuncia se volverá a sentar en el banquillo de los acusados en Gijón por el mismo delito a otra ex pareja, según informaron fuentes jurídicas a Europa Press. En este último caso, el forense está imputado por un delito de maltrato con coacciones y por simulación de personalidad. Aún así, el fiscal renunció a imponerle orden de alejamiento como propuso en su día la acusación particular en dos ocasiones.
Según la denuncia formulada en febrero de 2009, el imputado, a raíz de que su ex pareja pusiera fin a la relación, comenzó a llamarla en repetidas ocasiones, "varias veces con número oculto y otras desde cabinas públicas", según informaron las mismas fuentes.
En una de las llamadas, el acusado llegó incluso a simular la voz de un amigo de su ex pareja. "Tras la ruptura amorosa la mujer sufrió múltiples llamadas, mensajes de móvil e incluso burofaxes, algunos de los cuales con el sello del Juzgado de Luarca en el que trabajaba el imputado", señalaron.
Además, el forense se presentaba en el trabajo de su ex pareja. "En otras ocasiones la cerradura del portal de la mujer aparecía tapada con palillos y las ruedas de su coche pinchadas", apuntaron fuentes cercanas a la investigación.
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