Según informó la entidad en nota de prensa, Caja Rural de Toledo contaba al cierre del ejercicio 2009 con provisiones disponibles para hacer frente a posibles riesgos generados por la operativa bancaria por importe de 74 millones de euros, que junto con la cifra de 253 millones de euros de patrimonio neto formaban el núcleo de solvencia de la entidad.

Para el director general, estas provisiones constituidas cubrirían con absoluta holgura los escenarios más adversos de incremento de la morosidad durante los dos próximos ejercicios, por lo que afirmó que "después de un ejercicio 2009 prudente en resultados, Caja Rural de Toledo se encuentra plenamente preparada para iniciar la difícil andadura económica de 2010 y 2011".

Asimismo, indicó que, a 31 de diciembre de 2009, la entidad tenía un ratio de morosidad del 1,89%, con un porcentaje de cobertura de dichos saldos dudosos del 109%, muy por debajo de la media del sector financiero a fecha de noviembre de 2009, que superó ligeramente el 5% de morosidad, siendo el del sector de cooperativas de crédito de un 3,86%, el de cajas de ahorro del 5,26 y el de bancos de un 4,70%.

"Nuestro ratio de morosidad es uno de los más bajos del sector, lo que ejemplifica el buen hacer en la gestión prudente del riesgo y saber actuar en un entorno adverso como el que está viviendo el sector financiero actual", apuntó Martín Molero.

El beneficio antes de impuestos al 31 de diciembre de 2009 ascendió a 20 millones de euros, cifra acorde con los presupuestos marcados al inicio del ejercicio para todo el año y que supondrá, con posterioridad a la aprobación por parte de la Asamblea de socios, destinar 15 millones de euros a recursos propios. Con ello, la cifra de recursos propios computables ascenderá a 249 millones de euros, y el ratio de solvencia al 12,85%, según apuntó la entidad.

El resultado generado nutrirá de 4 millones de euros al Fondo de Educación y Promoción (FEP) de la Caja, que dará soporte a proyectos cooperativos y apoyará en general a socios y clientes del ámbito de influencia de la entidad.

Al 31 de diciembre, Caja Rural de Toledo gestionó una cifra de activos totales de 3.127 millones de euros, así como saldos de terceros en forma de productos de captación de 2.673 millones de euros.

Excedentaria en liquidez

Además, el director general señaló que Caja Rural de Toledo continúa siendo fuertemente excedentaria en términos de liquidez, por lo que no mantiene posición alguna de endeudamiento en el mercado de capitales con el objeto de financiar su inversión crediticia.

Así, indicó que, a 31 de diciembre, la inversión viva, que se encontraba íntegramente financiada con recursos de socios y clientes, ascendía a 2.246 millones de euros. A pesar de ello, dentro de su política de gestión del riesgo de liquidez, la Caja podía disponer con carácter inmediato de posiciones en liquidez por valor de 602 millones de euros, de los que 493 millones correspondían a líneas aperturadas por el Banco Central Europeo.

Para Martín Molero, "con estos resultados Caja Rural de Toledo ha demostrado su solidez y eficiencia". "Nuestra solvencia y competitividad son el mejor ejemplo para seguir prestando el servicio más eficaz y eficiente a nuestros clientes y dotando de liquidez y financiación a todos los sectores productivos", agregó.