En declaraciones a Europa Press, el portavoz de los vendedores, Fernando Poley, manifestó que en dicha concentración recogieron alrededor de "300 ó 400 firmas pertenecientes a antiguos socios, nuevos socios y simpatizantes", y apuntó que continuarán realizando movilizaciones hasta que se les habilite un lugar para la venta de animales, por lo que el próximo domingo volverán a reivindicar lo mismo en los aledaños de la estación de Plaza de Armas.

Asimismo, Poley explicó que se está barajando que la nueva ubicación para el mercadillo sea en los aparcamientos del metro junto a la SE-30, y puntualizó que "si vemos que no se ponen de acuerdo, habrá que pensar en otro sitio y en nuevas medidas", ya que están "hartos de promesas y más promesas, y la realidad es que no contamos con un sitio donde vender", apostilló.

Por otra parte, el vendedor mencionó que el presidente de la asociación de vendedores está hablando con los delegados de la venta ambulante para decidir la nueva ubicación, y culminó diciendo que "si por las buenas no se consigue nada, no pararemos de manifestarnos".

Por su parte, el Ayuntamiento detectó irregularidades en la venta de cachorros, animales enfermos o de especies prohibidas, algo que constató el Laboratorio Municipal.

Sanciones anteriores

La situación del mercadillo ha provocado varias sanciones de la Delegación Provincial de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía en Sevilla. La última de ellas supuso una multa de 6.000 euros, dada la infracción "grave" en que, a juicio de la administración autonómica, el Consistorio incurrió por la reincidencia en los hechos denunciados.

En la resolución, a la que tuvo acceso Europa Press, la Junta culminaba un expediente incoado a raíz de una denuncia de la Asociación Andaluza para la Defensa de los Animales (Asanda), realizada en 2008, sobre la instalación semanal del mercado en el tramo y acera contigua al edificio de la estación de autobuses, cada mañana de domingo.

Habiendo solicitado la información primero a la Oficina del Defensor del Ciudadano y después a la Delegación municipal de Medio Ambiente, sin que se consiguiera respuesta, la Delegación Provincial resolvió iniciar procedimiento sancionador contra el Ayuntamiento, "al no estar acreditada su ausencia de responsabilidad".

No obstante, el Ayuntamiento elevó alegaciones contra el dictamen inicial —incumplimiento del deber de solicitud de obtención de la autorización de la Junta, y gravedad en la falta al reincidirse en una sanción leve, pues existen hasta cuatro expedientes sancionadores anteriores—, basadas en la existencia de un informe del Departamento de Sanidad Animal de la Delegación Provincial que establece que no es necesaria la autorización autonómica para asegurar la legalidad del mercadillo, e interesando el archivo de las actuaciones.

Pero, según la Junta, las alegaciones no servían para desvirtuar los hechos imputados, lo que además vino respaldado por el hecho de la reincidencia municipal en estos hechos.