«Es muy fácil montar una discoteca en casa, a lo que hay que añadir los defectos de insonorización de las viviendas», explica Alfonso Terceño, abogado especialista en ambiente de la asociación Adecavi-Ekologistak Martxan.
El ruido casero no es, en todo caso, el que más moleta en el día a día de los bilbaínos. Según los datos del Ayuntamiento, las actividades hosteleras, bares y salas de fiesta siguen ostentando el récord, aunque la tendencia desciende progresivamente.
La Policía Municipal acudió el año pasado en 153 ocasiones a estos locales a controlar el nivel de ruido y detectó más decibelios de los permitidos en 139. Ante el ruido reiterado, 59 de ellos fueron sancionados y 29 cerrados de forma cautelar. Hasta septiembre de este año, 94 locales han sobrepasado el ruido permitido. Aún no ha habido cierres.
Soportamos más de lo permitido
Los vecinos ruidosos son una molestia, pero aún lo es más el ruido ensordecedor del tráfico, las obras... Por estos motivos, la tercera parte de los bilbaínos estamos expuestos a más ruido del permitido, según un estudio del Ayuntamiento de Bilbao de 2003.
La capital cuenta con unos límites de contaminación acústica bajos, en comparación con otras ciudades. Se permiten un máximo de 55 decibelios en zonas residenciales, cuando el ruido generado en la calle sobrepasa los 60 decibelios. El área municipal de Medio Ambiente elabora ahora un estudio sobre los efectos del ruido en la población.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios