El Servicio Cántabro de Salud (SCS) y los sindicatos CC.OO., UGT y CSI-F han alcanzado esta tarde un preacuerdo para concluir la implantación del modelo de desarrollo profesional en la región y, con ello, desconvocar la huelga iniciada el pasado viernes en los centros sanitarios de la comunidad.

El preacuerdo deberá trasladarse ahora a la Mesa Sectorial de Sanidad para que sea refrendado, aunque se trata de un trámite formal, ya que los tres sindicatos convocantes de la huelga suman el 78 por ciento de la representación sindical en dicha mesa, que se reunirá en el mes de febrero.

Con la firma del preacuerdo, rubricado esta tarde, queda además desconvocada la huelga y mañana mismo los sindicatos iniciarán las gestiones correspondientes para formalizar la desconvocatoria.

La propuesta suscrita por administración y sindicatos establece los plazos para el cobro de los grados 3 y 4 del desarrollo profesional, de forma que el grado 3 se cobrará con efectos retroactivos desde septiembre de 2009, y el grado 4 desde este mes de enero.

También se fijan las cantidades de los correspondientes complementos, que los sindicatos han preferido no hacer públicas hasta comentarlas mañana en las asambleas de trabajadores convocadas en Valdecilla y la Residencia Cantabria. No obstante, tanto la administración como los representantes sindicales han subrayado que se encuentran entre los más altos de todo el Sistema Nacional de Salud.

El documento definitivo con el acuerdo y sus desarrollos estará finalizado antes de que termine el mes, tras lo cual comenzarán los pasos siguientes para el efectivo reconocimiento del desarrollo profesional a los trabajadores que cumplan los requisitos.

En concreto, según explicaron a Europa Press fuentes sindicales, el SCS se compromete a abrir el plazo de solicitudes de reconocimiento de los respectivos grados antes de que termine el mes de marzo, y a resolver las solicitudes y a realizar en su caso el reconocimiento antes de que concluya septiembre.

"esfuerzo presupuestario"

En nota de prensa, el Servicio Cántabro de Salud (SCS) destacó que este preacuerdo "representa un importante esfuerzo presupuestario y de gestión para la Administración sanitaria". De hecho, implica que los trabajadores afectados, que se elevan a más de 3.200, tendrán un complemento de desarrollo profesional cuyos importes se sitúan "entre los más elevados" del Sistema Nacional de Salud (SNS).

A su juicio, con este preacuerdo se "logra la estabilización y consolidación" del modelo de desarrollo profesional, entendido como un derecho de los profesionales a progresar de forma individualizada y un reconocimiento a su desarrollo profesional en cuanto a conocimientos, experiencia en las tareas asistenciales, investigación y cumplimientos de los objetivos de la organización.

El modelo de desarrollo profesional reconoce a los trabajadores cuatro grados, organizados por el tiempo de servicios prestados en la correspondiente categoría profesional. Actualmente, los profesionales incluidos en el modelo de desarrollo profesional perciben los grados 1 y 2, y la antigüedad es el único requisito exigible.

El SCS recordó que este preacuerdo alcanzado con las organizaciones sindicales se suma a las diversas medidas impulsadas durante los últimos años para mejorar las condiciones de empleo de los trabajadores de los centros sanitarios, tanto a nivel económico como reduciendo la interinidad y favoreciendo la estabilidad.

Cesiones por ambas partes

Desde los sindicatos, José Manuel Castillo, de UGT, reconoció que el preacuerdo no cumple todas las expectativas de los trabajadores, porque no se ha logrado que se aplique desde enero de 2009, pero a cambio se han mejorado "considerablemente" las cantidades que se cobrarán.

En esta línea, Margarita Ferreras, de CSI-F, incidió en que las cantidades pactadas son "muy buenas, las primeras o segundas" de todo el Sistema Nacional de Salud y "a cambio" de esas cuantías, los sindicatos han tenido que "dejar sin recuperar" algunos meses de 2009. En su opinión, se ha logrado "un porcentaje muy alto" de las reivindicaciones, aunque lamentó que hayan tenido que llegar a un conflicto laboral "que no es bueno para nadie".

Por su parte, Asunción Ruiz, de Comisiones Obreras, se felicitó porque después de una negociación "muy dura" se han conseguido "buenos resultados para todos", gracias a que al final ha habido "suficiente voluntad" de llegar a un preacuerdo y "flexibilidad" por ambas partes.

En su opinión, se ha hecho "un gran trabajo entre todos" y ahora lo que espera es que la "normalidad" vuelva cuanto antes a la actividad asistencial en beneficio de los pacientes.

En este mismo sentido, Castillo mostró su pesar por el "perjuicio" que ha supuesto la huelga para los usuarios, aunque recalcó que, a su entender, "los responsables" de las incidencias no han sido los trabajadores, sino el SCS.

También secundó esta idea Ferreras, quien lamentó la "torpeza y mala gestión" de los servicios mínimos, así como el "empecinamiento, rigidez y poca flexibilidad" negociadora demostrada por la administración al principio del conflicto.

Por último, Castillo destacó que esta movilización ha supuesto el "reconocimiento profesional" de los trabajadores que no pertenecen a las ramas sanitarias o a las categorías de titulados. A su juicio, después de estas protestas los ciudadanos y los propios dirigentes sanitarios "tienen que reconocer" la importancia de estos trabajadores, cuyo "valor" ha quedado demostrado con el impacto que ha tenido la huelga en la actividad asistencial.