El padre Shay Cullen, conocido a nivel internacional por su labor de 'cazapederastas', y candidato en tres ocasiones al Premio Nobel de la Paz, ofrecerá una charla en Santander el 3 de febrero, dentro de las actividades organizadas por Intermón Oxfam.

Gracias a Cullen, fundador de la organización PREDA, en Filipinas, se han logrado desarticular redes internacionales que se lucraban con los niños más desprotegidos.

Durante su estancia en Santander, el misionero irlandés ofrecerá la charla 'El comercio justo como herramienta de desarrollo comunitario, para proteger la niñez y los derechos humanos'.

PREDA es una fundación que se ocupa principalmente de los derechos humanos y de la niñez en Filipinas. Durante los primeros años de actividad PREDA se ocupaba de adolescentes abandonados y victimas de explotación sexual. Hoy la fundación trabaja con un grupo de profesionales que se ocupan de niños y mujeres, así como del desarrollo de las personas y de la comunidad.

El programa PREDA Fair Trade trabaja para que los productores obtengan una retribución digna por su trabajo y generen los recursos necesarios para su desarrollo y para el de su comunidad, respetando la dignidad de los trabajadores, su cultura y el medio ambiente.

Cullen, de 59 años, ha pasado gran parte de su vida persiguiendo a los pedófilos más buscados del mundo, a muchos de los cuales ha llevado a la cárcel, además de desbaratar redes internacionales de prostitución infantil. El precio que ha tenido que pagar son las amenazas de las mafias y los complots que lo han querido involucrar sexualmente con niños.

El sacerdote tiene su centro de operaciones en la ciudad filipina de Olongapo, donde con una cámara oculta entre sus ropas ha localizado, investigado y llevado a juicio a algunos de los pedófilos más buscados, cerrando prostíbulos y convirtiéndose en el enemigo número uno de las redes del turismo sexual del sureste asiático.

Cullen llegó a Olongapo en 1969 y quedó horrorizado cuando unas monjas de una clínica de barrio se pusieron en contacto con él para contarle que habían atendido a tres niñas de 9, 12 y 13 años con enfermedades venéreas. "Corrí al hospital incrédulo y hablé con las pequeñas. Me dijeron que habían sido utilizadas por marines americanos. Fui a denunciarlo a los oficiales y su respuesta fue que no dijera nada, que ellos se encargarían de castigar a los culpables", recuerda Cullen.

Así comenzó su batalla, cuya primera misión era sacar a los marines americanos. Sin embargo no fue fácil, ya que "había gente muy poderosa en contra", dice.

En 1974 Cullen crea PREDA (Prevent And Rehabilitate Drug Abusers Foundation) con el fin de mejorar la mala suerte de los niños de la calle, de los toxicómanos, de las personas prostituidas, de los cesantes y ex presos.