En rueda de prensa, el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos —que compareció acompañado del diputado de Área de Hacienda, Manuel Domínguez, y el vicepresidente del Opaef, Jacinto Pereira—, hizo hincapié en que, a pesar de los momentos de dificultad vividos en la provincia por la crisis, "nuestros convecinos son conscientes de que hay que pagar los impuestos".

En este sentido, Villalobos ofreció los datos del pasado ejercicio, en el que se aprobó un libramiento de cuatro millones de euros dentro del fondo extraordinario de anticipos reintegrables —que pueden devolverse sin intereses hasta en 44 meses—, con el objetivo de que los ayuntamientos puedan solventar sus dificultades financieras respecto a las deudas inaplazables y prestar sus servicios con garantías. Para 2010 habrá otros tres millones, que se sumarán a otros dos para mancomunidades y consorcios.

Respecto a labores de asesoramiento económico, el Opaef ha realizado 29 trabajos para 17 ayuntamientos y una mancomunidad. Concretamente, se han elaborado 17 planes de saneamiento financiero, seis planes económico-financieros, cinco diagnósticos de liquidación de presupuesto y un informe económico de aplicación de tasas.

Ya en lo referente al aspecto de colaboración financiera, en concreto a los anticipos ordinarios sobre la recaudación —cantidades fijas mensuales que sumadas suponen el total de la recaudación por tributos prevista para ese año en el municipio—, Villalobos expuso que los ayuntamientos no han de esperar a que terminen los plazos de recaudación para desarrollar su gestión. En 2009, el organismo fiscal ha transferido más de 142 millones de euros como anticipos de recaudación voluntaria, y para 2010 está previsto que esta cuantía suba un 9,7 por ciento, con lo que se distribuirían 156 millones de euros en adelantos sobre la recaudación voluntaria.

Existe también la posibilidad de que los Ayuntamientos requieran de un ingreso mayor por este concepto. El Opaef transfiere entonces, con carácter extraordinario, las mensualidades solicitadas en un mismo pago; estos anticipos extraordinarios han superado en 2009 lo 11,6 millones de euros.

Sobre el papel de avalista del ente, el presidente de la Diputación explicó que el Opaef ha duplicado respecto a 2008 el número de operaciones de tesorería de préstamos a corto plazo destinados a pago de deudas —de 19 a 39, por un importe total de 12,45 millones de euros—. En lo que respecta a operaciones a largo plazo en virtud del decreto 5/2009, de las 57 operaciones por cerca de 56 millones de euros, 30 millones se acogían a esta normativa, que recoge medidas extraordinarias y urgentes para facilitar a la entidades locales el saneamiento de deudas pendientes de pago con empresas y autónomos. Las operaciones a largo plazo han subido un 103 por ciento respecto a 2008.

Ocho ayuntamientos más adheridos al servicio de multas

En el apartado de recaudación y gestión, el Opaef ha aumentado su actividad en un 10 por ciento, es decir, el índice de cobro en voluntaria continúa cercano al 80 por ciento y, además, se han puesto en la calle 26 millones de euros más al cobro. La carga mayor es debida, sobre todo, a los trabajos de inspección y actualización realizados por el Opaef, con una labor de actualización de padrones del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que repercute en un incremento también para ejercicios sucesivos, pese a que se ha detectado un descenso en este apartado por la paralización del mercado inmobiliario y de automóviles.

Por último, en el apartado de gestión y cobro de multas, a éste se han adherido ocho municipios más en 2009, lo que hace un total de 55 consistorios. En el pasado ejercicio se han tramitado a través de la plataforma digital de este servicio 33.890 expedientes, un 64 por ciento más que en 2008, lo que ha puesto al cobro un cargo superior a los 4,8 millones de euros, un 83 por ciento más que el ejercicio anterior.

Villalobos se congratuló de estos resultados y calificó al Opaef —con 200 trabajadores y a cuyos servicios están adscritos todos los ayuntamientos de la provincia salvo Sevilla, Guillena, Mairena del Aljarafe y Alcalá de Guadaíra— como "balón de oxígeno".