Álvarez visitó el recinto amurallado, que data del siglo XI, acompañado por la alcaldesa de Mansilla de las Mulas, María Paz Díez; el arquitecto del Instituto del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura (IPCE), Fernando Antón y el arquitecto redactor del Plan Director de las Murallas de Mansilla de las Mulas, Fernando Cobos.

Además de comprobar los últimos daños registrados en por el derrumbe de parte del lienzo de la muralla, los arquitectos del Ministerio de Cultura visitaron también el Sector 1, entre el tramo Río Esla-Puerta de San Agustín, donde se iniciará durante el primer trimestre del año una actuación con un presupuesto de casi 415.000 euros.

La intervención en las murallas de Mansilla de las Mulas supondrá un coste total aproximado de 414.930 euros, una cantidad de la que se han invertido 20.761 euros, mientras que la previsión para 2010 es una aportación de 316.309 euros, según informó la Subdelegación del Gobierno en León en una nota recogida por Europa Press.

Este tramo, identificado en el Plan Director como uno de los sectores cuya conservación resulta más problemática, incluso con riesgo inminente de derrumbe, es objeto de consolidación y restauración.

El proyecto consiste en la eliminación de escombros y rellenos en la parte exterior de la muralla; la excavación arqueológica en función de las catas anteriores y de las incógnitas detectadas en el Plan Director; el remate de fábricas para asegurar la integridad y estabilidad de lo conservado; el cerramiento de pasos para evitar la ocupación por construcciones particulares y los rechapados y restauraciones puntuales.

Plan director

El ministerio de Cultura, por iniciativa del Instituto de Patrimonio Cultural de España y ante la necesidad de arbitrar medidas que garantizasen la conservación y el disfrute público de la Muralla de Mansilla de las Mulas, encargó, entre los años 2006 y 2007, la redacción de un Plan Director, cuya redacción realizó el arquitecto Fernando Cobos con un presupuesto de 36.000 euros.

Este documento sirve para articular todas las actuaciones de restauración y recuperación de patrimonio que se lleven a cabo en el citado recinto amurallado y se articula principalmente en torno a dos ejes: el análisis histórico, jurídico y patológico del inmueble y la elaboración de propuestas de intervención.

De forma paralela a la redacción del Plan Director, en 2006, el IPCE ejecutó, con carácter de urgencia, una intervención en uno de los torreones del inmueble, que supuso una inversión de 324.230 euros.

El proyecto de emergencia proponía, dado el mal estado de conservación general del torreón y la peligrosidad de desprendimientos de material del mismo, el derribo de algunas construcciones adosadas al torreón; su demolición y desescombro; la protección de huecos del edificio preexistente y la restauración de los desperfectos ocasionados. Además, fue necesaria la intervención sobre algunos de los elementos adosados para permitir el apoyo del andamiaje.

En segundo lugar, se procedió a la reparación del torreón, que supuso el sellado de juntas con pasta de yeso y el relleno controlado por tongadas de mortero de cal aditivazo con reinas especiales.

Recinto amurallado

Con carácter eminentemente defensivo, el recinto amurallado de Mansilla de las Mulas posee unos orígenes que datan del siglo XI. A lo largo de las centurias posteriores, el espacio protegido por la muralla amplió su perímetro hasta que definitivamente en el siglo XIII se erigió la estructura defensiva cuyos restos han llegado hasta el momento actual.

La fábrica de la muralla, declarada Monumento Nacional en 1931, es por lo general de cal y canto, con algún tramo de sillarejo o sillería poco significativo, salvo en las bases de las torres que son de sillares de arenisca.

Tiene cuatro puertas y un postigo y conserva el arco únicamente en el postigo y en la Puerta de la Concepción, las jambas en las de Santiago y San Agustín. De esta manera, se encuentra completamente desaparecida la parte del puente.

Entre los elementos más singulares de la estructura defensiva, propiedad del Estado desde 1972, se encuentran sus torres semicirculares y las puertas de Santiago y San Agustín. Las torres, separadas de la traza del recinto pero unidas por cabos con éste mediante muros sin adarve, constituyen una tipología totalmente "inédita" en Castilla y León.