Las federaciones de la construcción de CCOO-A y UGT-A anunciaron la convocatoria de huelgas selectivas los próximos días 3, 4, 24 y 25 de febrero y el 10 y 11 de marzo en las principales obras con un importante volumen de trabajadores en Andalucía para protestar por la negativa de los empresarios a la aplicación del incremento salarial previsto para 2009 en el IV convenio general de la construcción 2007-2011.
Según informaron a Europa Press fuentes de Fadeco, la patronal andaluza de la construcción decidió hoy no concurrir al acto del Sercla previsto para el día 26, ya que "hay un error de principio, puesto que Fadeco es una patronal regional y no negocia ningún convenio colectivo, algo que es competencia autónoma de las patronales provinciales, por lo que Fadeco carece de legitimidad para negociar y para acordar".
"No tenemos que concurrir al Sercla pues no podemos decir nada al no existir convenio regional", añadieron las fuentes, que precisaron que han remitido un escrito al Sercla explicando esa ausencia.
Asimismo, los empresarios mostraron su confianza en que "si normalmente las huelgas de la construcción tienen un discreto seguimiento, ahora con más razón los trabajadores no harán huelga, pues su mayor preocupación no es que aumenten los salarios sino no perder sus puestos de trabajo".
Fadeco reiteró su "sorpresa" por la actitud de los sindicatos, ya que "no hay sentencias firmes y definitivas sobre los convenios y los sindicatos en su día plantearon conflicto colectivo e iniciaron la vía judicial, y ahora nos vemos sorprendidos, pues quedan por resolverse sentencias en primera instancia y las que se han dictado son susceptibles de recurso por lo que los empresarios esperaremos al pronunciamiento definitivo de los tribunales".
"Los sindicatos inician dos caminos que parecen contradictorios", añadieron las fuentes, que criticaron la "absoluta irresponsabilidad" de los sindicatos "que hablan de huelga en un momento en que el sector está en una situación crítica y registra una tremenda reducción de actividad, hasta el punto de que la convocatoria de huelga afectará a 280.000 trabajadores, lo cual significa que desde 2007 hasta ahora hemos perdido 220.000 puestos de trabajo en la construcción".
Por ello, consideraron que cuando los sindicatos hablan de huelga "demuestran que están fuera de la realidad económica del sector".
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