El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se mostró hoy dispuesto a aceptar "un bilingüismo equilibrado" en las aulas que certifique un reparto "al 50 por ciento" entre gallego y castellano, mientras se inicia el camino de introducir una tercera lengua, como el inglés en la enseñanza.

Tras firmar un protocolo de colaboración con su homólogo en Castilla y León, Juan Vicente Herrera, el mandatario gallego insistió en que, a día de hoy, la Xunta sólo ha presentado "unas bases" para el futuro decreto que regulará el uso del idioma en el ámbito educativo, que actualmente están en fase de "consulta" con los agentes implicados.

"La cordialidad lingüística es un patrimonio al que nunca vamos a renunciar", proclamó Feijóo, quien subrayó que el reto de su Gobierno es cerrar "el mejor texto posible para la Educación más completa posible" una vez que todos los actores hayan realizado sus sugerencias.

Agregó que, en esta fase, se presentan dos opciones —"hacer protestas o hacer propuestas"— y matizó que, incluso dentro del segundo supuesto, hay propuestas que un Ejecutivo "democrático" como el suyo no puede "compartir". "No podemos compartir la inmersión lingüística ni en gallego ni en castellano, ni tampoco que los alumnos no tengan ningún derecho a la hora de expresarse en clase o que a los padres ni siquiera se les dé la oportunidad de ser consultados", ejemplificó.

"Lo que sí podemos compartir, porque es nuestro planteamiento inicial de un bilingüismo equilibrado es 50 por ciento de gallego y 50 por ciento de castellano, iniciando la senda de introducir una tercera lengua, que es el inglés", contrapuso Núñez Feijóo.

Huelga "nacionalista" y de "juicio previo"

Frente a los que presentan propuestas para mejorar el documento, el presidente autonómico criticó a quienes crean "conflictos" y a los que organizaron "huelgas" —en referencia al paro convocado para mañana por la plataforma 'Queremos Galego'— antes de conocer el decreto, lo que, a su juicio, constituye una protesta "de juicio previo".

"Allá la responsabilidad de cada quien", avisó Feijóo, quien manifestó su respeto a un paro "convocado y amparado por el nacionalismo". Con todo, destacó que su obligación es defender el derecho de los niños gallegos "a ser educados en las dos lenguas oficiales".