Las investigaciones se iniciaron en febrero del pasado año, cuando efectivos de la patrulla del Servicio de la Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, durante el transcurso de una inspección junto con un agente medioambiental de la Junta de Castilla y León hallaron una fosa con un gran número de cadáveres de perdices rojas en una explotación ganadera ubicada en el término municipal de San Esteban de Gormaz.

Días antes, además, la Guardia Civil había hallado el cadáver de una perdiz roja y de un milano real juntos en un paraje cercano a la citada explotación avícola, lo que levantó las sospechas de los agentes. Tras recoger muestras de los pájaros encontrados se remitieron a Madrid para su análisis.

Tras recibir los resultados del análisis toxicológico se confirmó que en todos los animales analizados había presencia de un insecticida, el carbofurano, por lo que los agentes de la Guardia Civil, procedieron a la imputación del responsable de la explotación ganadera, R.F.B, de 59 años, por un delito relativo a la protección del medio ambiente y a la fauna y flora silvestres.

En la investigación de este delito participaron la Patrulla del Seprona de San Esteban de Gormaz y el Equipo de Soria. Las diligencias instruidas por la Guardia Civil han sido remitidas al Juzgado de El Burgo de Osma.