Así, los sindicatos CIG-Ensino, CC.OO, FETE-UGT, ANPE y STEG —junto con CSI-CSIF, FSIE y USO— se reunirán con el titular de Educación, Jesús Vázquez Abad; y el secretario xeral de Política Lingüística, Anxo Lorenzo, como parte de la ronda de contactos bilaterales que inició la Xunta para reunir aportaciones a su modelo sobre las lenguas en la enseñanza —que establece un tercio de asignaturas en gallego, otro en castellano y otro en inglés—.

A las 12.00 horas, el sindicato ANPE acudirá a la Sala de Xuntas del gabinete de la Consellería para, según señaló su presidente en declaraciones a Europa Press, Julio Díaz, exigir una mayor financiación y formación del profesorado en el caso de que la Administración mantenga su modelo de introducción del inglés. Además, su intención es impedir que sea cada centro quien escoja que asignaturas se imparten en cada idioma y conseguir que la elección de la lengua de cada materia la realice el Claustro de profesores.

Posteriormente, a las 13.30 horas, será el turno del sindicato CC.OO-Ensino —que se sumó este fin de semana a la huelga de la enseñanza convocada por Queremos Galego—, que definió como un elemento "distorsionador" introducir el inglés como tercera lengua vehicular en "igual de condiciones que las dos lenguas oficiales".

Por su parte, el sindicato FETE-UGT, que se reunirá con los responsables educativos a las 16.00 horas, ya remitió la semana pasada a la Xunta un documento con 18 enmiendas al borrador en el que consideraron que "no es posible" el establecimiento "de facto" de un modelo trilingüe, e instó a que "no debe bajar del 50 por ciento" el número de materias impartidas en gallego, tanto en bachillerato como en FP.

El sindicato STEG —se reunirá a las 17.30 horas— y la CIG-Ensino —a las 18.30 horas— señalaron, a su vez, que sus demandas van en contra de los principios de base de la propuesta de decreto, ya que su negociación partirá de la legislación que representa el decreto 124/2007 —50% de asignaturas en gallego— y el Plan Xeral de Normalización Lingüística.

Finalmente, la CIG-Ensino ve dicha ronda de contactos como "un lavado de cara" y "una excusa perversa" para intentar dar cobertura social a una propuesta de "lo único que persigue es reducir la enseñanza en gallego".