El secretario general de CCOO en Castilla-La Mancha, José Luis Gil, consideró hoy "urgente" que en el mes de enero todas las mesas de negociación colectiva estén constituidas "pase lo que pase a nivel confederal", para "poder abordar las diferencias que tenemos sin duda, y poder plantearnos subidas salariales que vayan equiparando los salarios de la región con la media del país".

En el transcurso de una comida informativa en Toledo, el responsable sindical afirmó que "nosotros no desistimos y no renunciamos a la posibilidad que en sectores específicos, con dificultades muy específicas y muy duras, la subida salarial del año 2010 esté muy por encima del 2 por ciento, que es la parte superior de la horquilla que se ha fijado a nivel nacional".

Gil auguró que "la pelea en las mesas de negociación no va a ser fácil ni se va a sustanciar en dos reuniones de conveniencia, sino que va a ser un proceso durísimo, al que estamos todos convocados, especialmente nuestros delegados y delegadas, más de 5.600 en Castilla-La Mancha, para poder con la razón en las mesas o la movilización en la calle sacar acuerdos que nos permitan dar una respuesta ordenada a las relaciones laborales en la región".

Preguntado sobre la posibilidad de que el Gobierno decidiera legislar en el caso de que patronal y sindicatos a nivel nacional no llegaran a un acuerdo, Gil argumentó que "si el Gobierno de España tiene la feliz idea de hacer una reforma laboral en contra de los sindicatos y trabajadores tendrá una huelga general", y defendió que "si el Gobierno toma decisiones unilaterales que afecten a los derechos plantearemos con toda la firmeza del mundo la convocatoria de una huelga general".

Sobre la reforma laboral, el secretario general de CCOO en Castilla-La Mancha reivindicó que "en este país y en Castilla-La Mancha tenemos que hablar de reforma laboral". "Es bueno que haya una reforma laboral, pero es fundamental que nuestra gente sepa de lo que estamos hablando cuando nos referimos a la reforma laboral, que no tiene nada que ver con lo que dice el PP y los empresarios", dijo.

A su entender, "es imprescindible abordar una reforma en la negociación colectiva como también lo es abordar una reforma en los contratos que rigen el mercado de trabajo", porque, "el problema no es cómo sale la gente del mercado de trabajo, sino cómo se entra al mercado de trabajo".

Gil explicó que "el problema fundamental por el cuál se rompió el diálogo social en el país era por las ansias voraces, poco solidarias, y muy poco responsables de la patronal a nivel nacional, porque se planteaban reducciones de las cotizaciones en torno al 5 por ciento, un disparate para el presente y especialmente de cara al futuro, por eso estábamos en contra", apuntó.

"elementos para la esperanza"

Para Gil existen "elementos para la esperanza razonable", uno de ellos que no es menor, "la capacidad que tiene que tener la patronal a nivel nacional con los dos sindicatos de clase, UGT y CCOO, de llegar a un acuerdo lo antes posible", la próxima reunión está fijada para esta semana, "de tal manera que haya un acuerdo interconfederal para la negociación colectiva que dé tranquilidad y que permita sentar las bases de un proceso razonable, aunque sea controvertido".

"Después de que se consiga ese acuerdo tiene que abrirse paso la discusión tripartita con el Gobierno de España, de tal manera que podamos fijar con mucho mejor criterio y con más claridad si cabe las medidas que contempla a priori la ley de economía sostenible", continuó Gil, quien se mostró convencido de que "el sentido de la responsabilidad de la patronal a nivel nacional, del Gobierno de España, y de la oposición permita dibujar un escenario más tranquilizador y más positivo a nivel general".

Asimismo, Gil afirmó que en Castilla-La Mancha "también tenemos que hacer los deberes". En este contexto, hizo referencia al Pacto por Castilla-La Mancha, asegurando que aparte del Plan de Choque, esta iniciativa contempla 84 medidas más, algunas ya puestas en marcha, que tienen que ver con la economía real, con la vida diaria, de los trabajadores en Castilla-La Mancha, que se irán desarrollando en el año 2010 y siguientes.

Respecto a la relación bilateral con la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (CECAM), Gil indicó que se ha avanzado de forma "razonable", pero dijo que la "mayoría de edad de todos, en este caso de la patronal regional, tiene que ver con la capacidad de gobernar o de coogobernar las relaciones laborales en Castilla-La Mancha". "Hay un déficit clarísimo por parte de la CECAM a la hora de comprometerse en medidas de alcance que permitan mejorar el día a día en las empresas, y por lo tanto de los trabajadores".

A su entender, "es una asignatura pendiente que tendrán que responder, y espero que pronto ellos, para que podamos situar en el marco del acuerdo y no del conflicto, las relaciones con la Patronal". Según indicó, "queremos siempre conseguir un buen acuerdo, que generar un conflicto aunque este sea exitoso. "Por lo tanto un acuerdo con la patronal a nivel regional sobre negociación colectiva sería más que deseable".

En otro orden de cosas, Gil opinó que "hay que recordar permanentemente lo que ha ocurrido en el 2009, un año dramático para miles de personas en Castilla-La Mancha y en el país, con actuaciones poco afortunadas de Gobierno, oposición y de los actores económicos en general, y hay que enmarcarlo para poder ir siguiendo la planilla de tal manera que hagamos justamente lo contrario en el año 2010".

Gil puso de relieve los 452 expedientes de regulación de empleo que se presentaron en la región en 2009, que han afectado a más de 9.000 trabajadores. Además, recordó que el sindicato ha planteado hace ya algún tiempo una reforma del sistema financiero, de tal manera que el crédito pueda llegar a las familias y a las empresas, "porque entendemos que si no circula la capacidad financiera, el empleo se resiente, y es fundamental que el consumo se reactive".

Preguntado sobre las declaraciones del ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, que cifró la economía sumergida en el 20 por cierto del PIB, Gil dijo que "hay mucha gente que sufre de forma durísima la expulsión del mercado de trabajo y se ven abocados a trabajos muy precarios, en un ámbito de sombra jurídico-legal indiscutible". Gil se mostró de acuerdo con hacer política económica para que esta situación no ocurra.