Monumentos tan históricos y emblemáticos como La Lonja, El Mercado Central, Santa Catalina, La Catedral o El Mercado de Colón rodeados por contenedores rebosantes de basura.

Esta imagen impropia de una ciudad turística y moderna como Valencia no se produce en otras grandes urbes como Barcelona, Sevilla, Málaga, A Coruña o Zaragoza, entre otras, donde los cubos de basura de los barrios con más solera están bajo tierra.

Según la edil socialista Carmen del Río el concejal de Medio Ambiente, Ramón Isidro, es el principal responsable del incumplimiento: «Las contratas de limpieza se comprometieron a instalar tres contenedores cada dos años desde 2005, año en el que se les adjudicó el servicio de limpieza. Sin embargo, no han puesto ni uno, incumpliendo su compromiso y lo que es peor, con la permisividad del Ayuntamiento».

La Federación de Vecinos y la Asociación de Comerciantes del Centro llevan años reclamándolos para mejorar la imagen de Valencia. En este sentido, desde la asoicación de Comerciantes han explicado que «hace seis años presentamos un propuesta para soterrar contedores en los entornos munmentales del centro, pero no conseguimos nada».

20 minutos contactó con la concejalía de Medio Ambiente, desde donde rehusaron aclarar si acometerán el prometido soterramiento de contenedores.

Los planes antiruido los prevén

La posibilidad de hallar restos arqueológicos, la lentitud en la recogida de los residuos o los supuestos problemas mecánicos de este sistema son algunas de las excusas que hasta ahora ha esgrimido la concejalía de Medio Ambiente para no instalar contenedores bajo tierra, pese a que en ciudades como Alicante o Alboraia (ambas gobernadas por el PP)  también se han extendido. Incluso, en Valencia se instalaron, a modo de prueba, en 2002 en la calle Leones. Las excusas del concejal Isidro tienen fecha de caducidad, puesto que los planes de acción contra el ruido, presentados recientemente, ya prevén este sistema para reducir el jaleo que genera el actual sistema de recogida de residuos.