Sólo dos semanas después de que comenzara a funcionar el nuevo modelo de la televisión pública española, sin spots, con cuñas autopromocionales y una subida inesperada de audiencias, la Comisión Europea le ha puesto el freno hasta que concluya la investigación que abrió a finales de 2009. Aduce que podría ser "incompatible" con el Tratado de la Unión.

El dinero para la financiación TVE, según consta en la nueva normativa aprobada el pasado año, se recauda de impuestos sobre las empresas de telecomunicaciones (0,9% de los ingresos), las cadenas privadas en abierto (3%) y las de pago (1,5%). Y el organismo europeo "tiene dudas" sobre ellos y se queja de que España no le notificara estos cambios a tiempo.

Así se ha publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea; el Gobierno español, por su parte, tiene un mes a partir de ahora para presentar sus comentarios y facilitar toda la información pertinente a la Dirección General de la Competencia para la evaluación de la ayuda.