Así, en la actualidad los pliegos de prescripciones técnicas para la construcción de centros escolares en la Comunitat recogen toda una serie de criterios de diseño y construcción para edificios de uso docente con medidas resistentes a los fuertes vientos.

Entre ellas figura que el alumbrado exterior tiene que estar preferiblemente adosado a la edificación y no se admiten en proyectos de nueva construcción voladizos desmesurados ni pórticos de luces exageradas, excepto en grandes espacios como gimnasios, por propio requerimiento funcional, detallaron a Europa Press fuentes de la Conselleria de Educación.

Tampoco es posible colocar revestimientos de fachadas y de elementos pegados a la fábrica principal que pueden ser motivo de desprendimientos, convirtiéndose en un peligro, y son aconsejables los cerramientos de fábrica de ladrillo. En el caso de cerramiento de fábrica de ladrillo visto, las juntas de fábrica coincidirán con los elementos estructurales de hormigón.

De igual modo, se prohíben las grandes superficies de vidrio por ser de difícil mantenimiento y costosa reposición. También se introducen elementos estructurales intermedios que aseguren la resistencia al viento y se proyectarán unas dimensiones de carpintería con superficie máxima de 2,5 metros cuadrados, para facilitar la reposición.

La obligación de seguir estos criterios constructivos fue anunciada por el conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, el pasado mes de febrero de 2009. En aquel momento, el titular de este departamento abogó por "incorporar en los diseños del futuro inmediato de los edificios educativos elementos que sean resistentes a los regímenes de vientos huracanados" con el fin de que "la nueva tipología constructiva de los centros responda a una mayor resistencia a los fuertes vientos".

Esta resolución responde a la naturaleza de los cambios climáticos indicada por los expertos meteorológicos, que hace conveniente tener presente el aumento de régimen de vientos en la Comunitat. "Así, los diseños a partir de ahora incorporarán medidas para que los edificios sean más resistentes en la medida de lo posible a vientos de superior velocidad, a vientos de carácter huracanado", afirmó entonces el conseller.

Junto a estas medidas se recomiendan otras complementarias, como que en la construcción de centros se recomienda el uso, en la medida de lo posible, de material autóctono como, por ejemplo, la cerámica.