Cospedal cree que aunque "muchos tengan ganas en incendiar" lo prudente "es hablar con discreción"

La responsable regional del PP y secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, consideró hoy, respecto a la negociación en torno al Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, que "aunque muchos tengan ganas e interés en incendiar todo este asunto lo más prudente es hablar con discreción y prudencia e intentar llegar a una negociación".

A preguntas de los medios en Toledo, con motivo de la reunión que mantuvo con el Grupo Parlamentario Popular, Cospedal reconoció que "las discrepancias en materia de agua entre comunidades autónomas nunca son buenas para nadie, sobre todo porque si hay voluntad se puede llegar a acuerdos y esta es una cuestión que no se puede olvidar y que tiene encima de la mesa el presidente del Gobierno", José Luis Rodríguez Zapatero.

Defendió así que el PP siempre ha estado a favor de un plan nacional del agua y "una de las cosas hizo Zapatero al llegar al Gobierno fue eliminarlo y después la única política hídrica del Gobierno consiste en que las comunidades se enfrenten entre sí" y esta "no es la política el agua", advirtió.

A juicio de la líder del PP, "se está produciendo esto porque Zapatero ha hecho dejación absoluta de sus responsabilidades como presidente del Gobierno" ya que "un tema como este, competencia del Estado, ha sido dejado absolutamente de la mano por parte del Gobierno de España".

Preguntada por las declaraciones realizadas por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, Cospedal utilizó sus mismas palabras al afirmar que "el agua es patrimonio de todos los españoles, un recurso natural y un bien natural escaso que pertenece a todos los españoles. Los ríos no tienen fronteras y todo el mundo tiene derecho a disfrutar del agua y enriquecerse del agua".

"El PP lo va a decir así y lo va a decir así siempre, aquí, en Madrid, en Valencia, en Murcia, en Aragón y en todas partes", señaló la presidenta regional del PP, quien defendió "la preferencia de la cuenca cedente sobre la cuenca cesionaria, el principio de sostenibilidad de las cuencas naturales y el de que el agua que sobre tiene que ir allí donde falte".

En este sentido, aclaró que "el único problema es que hay un partido, el PSOE, que nos ha metido a todos en un problema muy serio, con la eliminación del Plan Hidrológico Nacional y no da respuesta", dijo María Dolores de Cospedal.

De otro lado, dijo comprender que "representantes políticos de la distintas comunidades autónomas defiendan los intereses de sus ciudadanos y el derecho que tienen al agua" aunque "no tendría por qué haber controversia si el presidente del Gobierno tuviera un plan hidrológico nacional".

"recién llegados"

A preguntas de los medios sobre las posturas que está manteniendo Murcia y Valencia, reconoció que el PP de estas regiones está realizando "declaraciones semejantes y "más coherentes" porque "siguen una línea argumental", mientras que los socialistas de Murcia y Valencia "son unos recién llegados a esto de la defensa del agua".

También se pronunció sobre las críticas a la constitucionalidad o no de establecer una reserva hídrica en el Estatuto, afirmando que "los criterios de constitucionalidad o inconstitucionalidad se los dejo al Tribunal Constitucional, que es a quien corresponde la interpretación de las normas".

Así, precisó que hay estatutos de autonomía "que, sin vulnerar y respetando la Constitución, hacen reflexiones y comentarios acerca de las cuencas hidrográficas que afectan a sus territorios, pero eso no tiene porqué crear ninguna controversia" e insistió en que "si tuviéramos un plan hidrológico nacional no estaríamos en esta situación".

También afirmó que el PP "todavía no ha previsto ningún documento" alternativo al texto que se está negociando pues "tenemos un plazo todavía para la celebración de la Comisión Constitucional y lo suyo sería que se alcanzara un acuerdo en ese plazo".

Finalmente, y convencida de que "cuando uno quiere llegar a un acuerdo hay que mantener la voluntad de alcanzar ese acuerdo hasta el final y esa es mi actitud", confió en que "todo el mundo ponga de su parte la mejor voluntad para que eso pueda ser así respetando la Constitución y el derecho que todos los territorios y ciudadanos tienen de enriquecerse con el agua, también los ciudadanos de Castilla-La Mancha".

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