Barberá dio orden esta mañana para cerrar los parques y las instalaciones deportivas al aire libre de la ciudad, dada la intensidad del viento que ha soplado desde primeras horas, que llegó a alcanzar hasta 100 kilómetros por hora, según informó el consistorio en un comunicado.

A última hora de la mañana, se habían contabilizado un total de 132 árboles caídos —aparte de las ramas desgajadas de otros ejemplares— y tres personas habían resultados heridas por traumatismos a causa de objetos desplazados por el viento. Barberá se interesó por la salud de todos ellos y expresó sus deseos de una "pronta recuperación".

La Policía Local realizó hasta las 14.30 horas un total de 280 servicios y otros 175 los efectivos del Cuerpo Municipal de Bomberos. Desde la Concejalía de Seguridad Ciudadana se pidió voluntarios para incorporarse al servicio entre los agentes que disfrutaban hoy de permiso.

Asimismo, desde el Ayuntamiento se ha recomendado a los centros escolares de la ciudad controlar la situación de los patios y áreas deportivas para evitar incidentes.

La alcaldesa trasladó a los vecinos que es mejor "no salir a la calle si no es preciso"; la necesidad de revisar el estado de las cornisas, balcones y fachadas de las viviendas, así como cerrar puertas y ventanas para evitar corrientes de aire que puedan llevar a la rotura y caída de cristales, y también asegurar elementos como los toldos, persianas y antenas.

La Policía Local aconseja además retirar macetas, jaulas, objetos ornamentales y cualquier otro elemento que pueda caer a la calle; alejarse de edificaciones e infraestructuras viejas o en mal estado; evitar situarse junto a muros, vallas publicitarias y árboles, así como al lado de andamios o edificios en construcción.

La alcaldesa recomendó prudencia a los ciudadanos, y reiteró que todos los Servicios Municipales están en alerta para atender todas las necesidades.